Ya terminó el ciclo de tu presencia en el Hércules, el equipo al que hiciste grande un mes de junio de hace un año. El equipo lo forman once personas y todas tienen su función: Rubén y Butelle impidieron los goles contrarios, los defensas cortaron bien el paso de los rivales, mientras los jugadores creativos y los delanteros llevaron con su juego al equipo hacia el éxito. Sin embargo, los goles quedan marcados con más facilidad si, con ellos, se alcanza el logro ansiado y eso es lo que te ocurrió. Jordi Martínez se hizo famoso celebrando los goles moviendo su coleta, Merino con su garra, pero el recuerdo más fuerte fue tu final de temporada explosivo. Desde aquel partido ante el Girona en el que marcaste un gol de falta, fuiste creciendo hasta culminar la trayectoria en la promoción de ascenso, en el que cada gol era de más bella factura que el anterior; así, ese gol de falta directa en el "Alfonso Murube" de Ceuta encauzó la eliminatoria ante el equipo norteafricano, ese disparo seco desde 25 metros que fue a la escuadra en el partido de vuelta sentenció al Ceuta con ese 2-0 merecido para el juego de unos y otros; por último, su gol en Alcalá se merece un altar: una falta con poco ángulo acabó con el esférico entrando en la portería tras golpear el poste; el gol acabó insertado en la memoria de los presentes en la ciudad madrileña y de los que lo vimos a través de la pequeña pantalla. Fue el gol del ascenso aunque Nano terminó la labor con sus dos tantos pero dejaste medio camino con ese 0-2 que parecía dejar claro quién iba a ascender. Las celebraciones del ascenso sobre el césped del Rico Pérez tuvieron en tí a uno de los protagonistas con esa "vuelta al ruedo" rodeado de aficionados herculanos. Esta temporada ha sido algo más dura pero has seguido rindiendo junto a tus compañeros de la edición pasada, los únicos que, de verdad, se han dejado la piel en los peores momentos, y has dejado la impronta de tu calidad y de tu condición de "pulmón" del equipo. Te vas y lo haces dejando el recuerdo de tus goles desde lejos y que quedarán en el recuerdo: las faltas desde el borde del área ya no serán lo mismo, esos disparos como el día del Ejido en tierras almerienses o en El Ferrol no se repetirán salvo acierto de la secretaría técnica.
Este domingo será la despedida con la afición que no dudó en estar contigo en esta negociación y que hasta última hora ha estado pidiendo tu renovación merecida mas tu decisión ya estaba tomada. Por ello, espero que tu adiós sea el merecido para un jugador como tú y cuando vayan transcurriendo los últimos instantes del encuentro puedas ser sustituido para recibir el aplauso por todo lo que has dado en el Hércules.
Hasta pronto.