Es cierto que la Covid pudiera estar entre nosotros pero no me imaginaba, hace un año, que no subiria las escaleras hacia mi asiento en 365 días(y más que habrán). Ese día ante el conjunto andorrano no se esperaba nada sobre la competición pero, dos semanas después, se suspendió para fortuna del conjunto blanquiazul. Santa Faz tuvo que iluminar a Luis Rubiales para suspender definitivamente la competición sin descensos porque, a estas alturas, estaría jugando con el Jove Español, Crevillente o Intercity por deméritos propios.
Ha sido un año duro en lo emocional de ver que las perspetivas de volver al estadio eran nulas. Es cierto que ya tuve una sensación parecida en la 1998/99 pero no dejó de ser una decisión propia mientras el estadio presentaba sus afluencias habituales. Ver el estadio vacío(como otros) me duele el alma. Ver que ese ceremonial de arreglarse, coger el bus 192 y sentarse en mi grada ha desaparecido me hiere en lo más profundo. Sí, pasé por caja para el carnet compromiso pero asumí que, ni siquiera, me pegaría por comprar entradas(primer partido en casa ante el Atzeneta- sí, tiene cierta guasa que nos tocara un recién ascendido de Tercera- con compra de entradas).
Personalmente, también se han dado circunstancias para irme alejando de casi todo(el sentimiento, no). El trabajo, unas oposiciones en ciernes(aunque sea a un año vista) hacen que, por ejemplo, esté alejado de la actualidad herculana. Ni radio ni prensa, algún tuit pero poco más. Eso se nota en este blog prácticamente plano. No lo cerraré ni eliminaré. Ha sido muchas horas de mi vida para borrarlos de un plumazo en estos diecisiete años. Sí es cierto que es pasar una página y que, si vuelvo a ella, significará un retroceso en mi vida.
Macho Hércules.!!
PD. No la cerraré del todo porque las musas son, a veces, persistentes.
Gracias a todos los que me han leído.