Ocho goles, ocho maneras de describir como llegaron los aficionados herculanos a casa y dejaron su impronta en foros, blogs, etc. El éxtasis fue creciendo poco a poco entre los aficionados afortunados que estuvimos ayer en el Rico Pérez asistiendo a un partido histórico, por lo que suponía la primera goleada liguera en este estadio. Incluso, poco importa el bagaje histórico cuando ahora tiene mucho más mérito marcar ocho goles en comparación con hace 40 años o medio siglo(de cuándo proceden la mayoría de gestas históricas del Hércules); la goleada más cercana en el tiempo, sería aquel 7-1 al Torrent en un sábado mágico de 1992 porque la directiva tuvo a bien que el primer equipo jugase en ese día y respaldar al Mutxamel de los Palomino, Arroyo, Lledó en su ascenso a tercera división, por aquel entonces equipo colaborador y que jugaba en domingo un partido crucial. Sin embargo, aquella goleada entre amigos está alejada de lo vivido ayer ante cerca de 16-17 mil espectadores en el propio feudo blanquiazul. A partir del quinto gol, todo era novedad en el marcador actual y que había llegado a ese tope la temporada pasada ante la S.D. Eibar.
Espectacular porque fue un fútbol de puro espectáculo y que no es fácil disfrutarlo hoy en día... y nosotros lo estamos disfrutando en las últimas semanas. Maravilloso porque el juego es exquisito desde el día del Levante y ayer se siguió prolongando el estado de ánimo que tienen estos jugadores. Increíble porque nadie esperaba ir ganando al cuarto de hora con tres goles de ventaja ante un equipo que, aún siendo colista, había buscado complicarle la vida a otros equipos. Genial a base de toques de espuela, pases al hueco o diagonales que parecían triangulaciones de billar. Ilusionante porque, con estas tardes, hasta el más escéptico con el ascenso no puede negar que lo esté visualizando por el fútbol desplegado. Impresionante, el ánimo infundido desde las gradas en un año pletórico y que ayer se vio refrendado con olas por parte del público, cargado de ilusión. Alucinante ver cada jugada, cada proyección en ataque y como los defensas se ven desarbolados por un grupo de jugadores que han colocado al equipo como el máximo goleador de la categoría con 60 goles-a seis sólo de igualar la cifra de la temporada pasada y con once jornadas por delante- sin tener a un Nino o un Ewerthon con cerca de 20 goles pero con mucho gol más allá de los "9" Rubén y Delibasic. Memorable porque fueron bien pocos los que no pudieron recordar esta gesta por cámara normal o de móvil ya que el 8-0 reflejado en el marcador fue la foto más repetida de la tarde de ayer...y para recordarla por muchos años.
Apunte Ya será "delito", a partir de ayer, no acordarse cuándo fue la última ocasión que un jugador herculano hizo tres goles en un partido; la respuesta, desde ahora, será: "aquella memorable tarde del 8-0 al Sevilla Athco". Gracias y felicidades, Rubén Navarro.