Como si fuera la película de Stanley Donen, el Hércules ha rodado en esta matinal la adaptación del célebre film con un simple cambio. Una película que pudo ser de suspense y que acabó siendo una película de comedia, de puro "happy end" como si fuera James Stewart en ¡¡Qué bello es vivir!!. El resultado de 3-0 fue quizás un serio correctivo para un rival que, sin inquietar demasiado, mostró una imagen ordenada hasta tal punto que tuvo que ser a balón parado cuando marcó el Hércules el primer gol. La victoria era necesaria porque los rivales respondieron en sus enfrentamientos de esta semana y no era bueno descolgarse; además el propio equipo buscó reencontrarse tras el partido-fiasco de la semana pasada y lo logró sobreponiéndose en un partido que, durante el paso de los minutos, se iba poniendo cada vez más feo. Esa falta de Sendoa, que cogió una parábola que sorprendió al portero, fue el inicio del mejor fútbol de conjunto con la presencia de Sendoa y Morán por un desafortunado Tuni y un necesario cambio que parece poco ofensivo pero que escondía lo evidente: que por jugar con dos delanteros se es más ofensivo. Se quitó un delantero y se proporcionó movilidad en la delantera.
El encuentro, como comentaba antes, era feo por un rival rocoso y por una lluvia inoportuna que acompañó a los futbolistas y a los aficionados que tuvimos ganas de no permitir que las gotas de agua amargasen una mañana de fútbol. Hoy era el día, era el momento de no permitir ninguna alegría a los rivales que se han topado con un rival que, una vez más, no se ha arrugado ante la presión de unos resultados que, definitivamente, han consolidado una lucha de cinco equipos para tres puestos una vez que la Real Sociedad ha tirado por la borda buena parte del ascenso. Además, se ponía negro como las nubes cuando el colegiado amonestaba a los dos centrales del Hércules bien pronto y obligaba a reducir la intensidad. La primera parte fue para olvidar. La segunda parte cambiaba el guión con dos sustituciones claves para el devenir del encuentro. Después de tres meses, el Hércules marcaba otro gol a balón parado y lo curioso es que nadie se imaginaba que esa falta lateral, cerca de 35 metros desde la portería, iba a acabar en el 1-0; poco después, Rubén Navarro aprovechaba un rechace del portero y ejecutaba a puerta vacía el 2-0. El partido ya estaba encauzado y los olés brotaban de las gargantas porque la mano estaba ocupada con el paraguas; el Girona CF buscaba el gol que le metiera en el encuentro pero la suerte acompañó a Ruz en un desplazamiento por el agua que le permitió, por azar, llegar hasta el jugador gerundense y evitó el peligro. El 3-0, por pase de Abel Aguilar, era rematado por un renacido Sendoa que marcaba su segundo gol de la mañana y terminaba de culminar el mejor fin para este encuentro.
Apunte Desde el inicio tuve el recuerdo de aquel partido ante el Almería CF, en 1995, en aquella mañana lluviosa con las cámaras del Plus y ante un rival rojiblanco con calzón blanco.Ojalá sea un buen ejemplo de "dèja vu".