A estas alturas de la película, todavía no sé muy bien cómo definir el término “friki”, pero tengo seguro que un poquito ( o un muchito) sí que lo soy. Porque si no, no me explico cómo he podido sacrificar unas necesarias horas de sueño, por poder llegar a tiempo de ver el partido del Hércules en la matinal del domingo. No por nada, sino porque este fin de semana pasado, he tenido la suerte de poder estar en las fiestas del Entierro de la Sardina de Murcia, y entre pitos (y nunca mejor dicho) y gorgoritos, se hacía necesario el madrugón si quería llegar a tiempo al partido, allá cayeran los chuzos de punta.
Ya he comentado en otras ocasiones, que Expediente X es la serie por antonomasia, que todo friki que se precie de serlo, debe haber visto al menos una vez en la vida. Y casi tan famoso como la serie, es el cartel que adorna el despacho de Mulder y Scully; ese “I want to believe” (quiero creer) con la nave espacial, es toda una declaración de intenciones, es mostrar una fe por la existencia de algo que sabes que es perfectamente posible, pero que no tienes pruebas de que sea así.
Yo no pido creer en hombres del espacio (por mucho que me parezca que no estamos solos en el Universo), pero sí quiero creer en un sueño, que es difícil de alcanzar porque el resto de rivales no cede, porque sabes que tú también puedes fallar, pero que a día de hoy es posible de conseguir.
El partido contra el Girona fue un partido de fe, complicado por la situación meteorológica, por un estado del terreno de juego que empezaba a resentirse, por un rival muy bien plantado en el césped, pero el Hércules creyó en que podía hacerlo…y lo hizo, cuando no pudo brillar, sacó el oficio, y a partir de ahí todo fue a favor de obra. Volvi a mi casa cansada, también aterida de la humedad de la lluvia y el frío pensando en que quedan 9 jornadas, en que será duro y difícil pero …I want to believe…I want to believe