Seis goles se han marcado en los dos últimos encuentros disputados por los herculanos. Goles con varios sabores: el de la confianza de Rubén Navarro, el del premio merecido de Abel Aguilar ante el Levante, el de dar moral a Sendoa para abrir su cuenta, la irreverente sutileza de Farinós en las penas máximas o la esperanza balcánica de lograr más regularidad. Sin embargo, hay un aspecto a tener en cuenta: tras mucho insistir en que casi sólo se marcaba de jugada, éstos dos encuentros-salvo el penalty ejecutado por Farinós- han mostrado todo lo contrario llegando los goles, bien por propia iniciativa, bien en jugada combinada de varios compañeros. De este apartado quisiera destacar la esperada confianza que deposito en Fernando Sales y en Tuni; del primero, mencionar que, a pesar de jugar poco, ya ha realizado dos asistencias de gol- a Delibasic ante el Levante, a Rubén Navarro en Anoeta-; del segundo, lamentando su tradicional irregularidad, se merece que, por una vez, se elogie su asistencia a Rubén en el primer gol y, por supuesto, una primera parte positiva.
Porque una de las claves de esta temporada es lo que se ha citado en varias ocasiones: que Rubén, Delibasic y Taborda agradecerían el renacimiento deportivo, al igual que le ocurrió a Farinós desde la temporada pasada, de los dos estiletes de banda, Tuni y Sales, a la hora de proveerles de balones desde sus bandas. Había que buscar medios de llegar hasta delante pero si el balear y el andaluz proporcionan esta capacidad de asistencia, obtenemos un medio más para llegar hasta las inmediaciones de los delanteros aparte de las posibilidades cuando llegan desde segunda fila a pesar de no estar afinados en el tiro...hasta que algún día acierten en su objetivo. Que se ganase al Levante o a la Real Sociedad sin recurrir a las faltas o a los saques de esquina es un buen comienzo para “atemorizar” a los rivales.
Apunte Por el momento se ve un Hércules que, numéricamente, está marcando mejores puntuaciones que en la primera vuelta: nueve puntos por ocho de hace unos cuatro meses…y eso que se perdió de forma inmerecida en Vallecas. Ojalá siga la “fiesta”
