Ya sé que soy mayorcita para seguir escribiéndoos cartas, pero como este año me he portado bien, he pensado que no os importaría si pido algo, aunque no sea para mí. Soy consciente de que alguna de las cosas que voy a pedir alcanzan la categoría de milagro, mirad a ver qué podéis hacer.
En primer lugar, quiero un delantero killer para el Hércules, el equipo juega bien, lucha, se entrega, no da un balón por perdido, crea ocasiones, pero falta alguien que se decida a tirar desde fuera del área, o a pegar ese último zambombazo, en lugar de buscar la jugada más rebuscada.
Y ahora llega la petición de los milagros:
También quiero que los arbitrajes dejen de perjudicarnos, ya sé que suena llorica, y que los árbitros son malos para todos, pero entre que el segundo gol del Celta viene precedido de falta clara; y el gol de Taborda (el que significaba el del empate) fue en posición legal, no puedo evitar haceros esa petición. Por favor, que no nos den nada, pero que tampoco nos quiten nada, no pido más que eso.
Y ahora llega el mayor de los milagros. Quiero que los partidos del Plus dejen de ser gafes, que todavía no hemos ganado ninguno de los que nos han retransmitido este año.
Sólo con esto, y la casta que le está poniendo el Hércules este año, podremos conseguir algo que debería pediros también, pero que no voy a hacer no sólo por no abusar; sino porque es algo que debe conseguir el equipo por sí mismo.
Y el próximo partido, ay, el próximo partido, es el del morbo, el de los dos equipos de la ciudad. Un partido que se presenta en condiciones muy diferentes para una y otra escuadra, marcado sobre todo por ese terremoto que parece sacudir la entidad celeste en el plano tanto institucional, como deportivo, aunque también es verdad que en este tipo de partidos las clasificaciones no importan. Un partido en el que el espectáculo va a estar servido tanto dentro del terreno de juego, como fuera de él.