Hace unos años contaban en un reportaje de televisión como un jugador inglés no celebró un gol que supuso el descenso de categoría del que fuera su ex equipo; su cara delataba tristeza pero la profesionalidad obligaba a empujar aquel balón a las redes; sus pasos mostraban cierta lentitud muy alejada de aquellas carreritas para celebrarlo con los compañeros; no, su imagen era los aficionados de su ex equipo llorando un descenso casi asegurado. Cierto que su nombre no lo recuerdo pero ello no niega que esas imágenes existiesen. Marcó una tendencia que se ha ido acentuando con el paso del tiempo hasta el punto de formar parte de la relación de preguntas tópicas de algún periodista: ¿celebrarás el gol si le marcas a tu ex-equipo?. Las respuestas varían desde el "no" hasta afirmar rotundamente que "no celebrar el gol es una falta de respeto a tus nuevos aficionados" pero siempre hay algo que delata la respuesta: su paso por ese equipo y la relación que había.
Obviamente, el paso de ese futbolista por el anterior equipo juega un papel fundamental . Por ejemplo, la forma de celebrar de Moisés el gol del empate herculano en el Martínez Valero(2005) reflejaba que la manera de salir del delantero fue tan tirante que hasta hubo pancartas indeseables cuando Moisés pisaba el feudo ilicitano; por contra, el mismo Nino no celebró su tanto en el mismo estadio franjiverde pues había sido el jugador querido de la afición local. Son ejemplos distantes, opuestos pero que reflejan las dos caras de celebrar un tanto al que fue su afición en temporadas anteriores. En esta semana del Hércules CF -Alicante CF, las preguntas a Fernando Béjar, Ismael o Sendoa han ido en ese sentido y la respuesta ha sido franca y evidente: sí rotundo a celebrarlo. Si escarvamos en sus historias vemos que sus marchas fueron de tal manera que hay cierto rencor(Fernando por no contar en el Hércules y dos veces cedido, Ismael fuera de cualquier esperanza de renovar y sin poder jugar ese partido 25) o cierta antipatía de los aficionados sobre él(el mismo Sendoa será consciente de que no se le tiene ningún aprecio entre la afición alicantinista a pesar de haber sido capitán y estar cuatro temporadas).
Lo más normal-aparte de las frases de un jugador de no vestir la camiseta del eterno rival- es que el jugador sí lo celebre salvo que su relación con la anterior afición fuera tan estrecha que al propio jugador le doliera marcar. ¿Ejemplos en el Hércules? Un Rodríguez, un Alfaro, un Paquito, Cámara, Sergio Fernández serían, muy posiblemente, jugadores que, de marcar, tampoco lo habrían celebrado sólo por los recuerdos gratos que hubiese vivido.
Sin embargo, es una decisión tan espontánea y sincera que tanta pregunta fastidia ese momento. Personalmente, que un jugador no celebre un gol a su ex-equipo lo veo bien si así lo siente...pero si lo celebra también será entendible pero, hoy por hoy, quien no lo celebra me parece más emocionante. Ya los propios aficionados mostraremos nuestra alegría aunque, por ejemplo, Farinós no lo celebrase en un hipótetico partido en Mestalla.
Apunte Este domingo fue estresante para una afición que lo está pasando muy mal. El CD Logroñés, equipo que hasta hace década y media estaba disfrutando en primera, languidece en la tercera división tras su tercer descenso administrativo(2000,2004 y 2008) y jugando al filo del abismo: con un partido sin presentarse, estuvieron en un tris de darle la puntilla en Arnedo al aparecer nueve futbolistas blanquirrojos...y el domingo sin saber si aparecerán por Las Gaunas.