domingo, enero 11, 2009

La alarma suena

Puedes ser varias acepciones pero ahí van un par: ha sonado la alarma para los que soñaban con el ascenso se levanten de la última pesadilla porque el 2009 ha comenzado con unos tintes nada favorecedores. Afortunadamente, el hecho de jugarse un par de enfrentamientos directos no hará que sea dolorosa esta afrenta sufrida ayer; en el segundo, la alarma consistiría en que hay que dar un golpe de efecto ya de cara a los partidos ante Albacete y Salamanca porque esta inercia comienza a ser un poquillo peligrosa(una victoria muy sufrida por tres derrotas, 9 goles encajados en cuatro partidos). Si aún la directiva cree en opciones de ascenso debe aprovechar este mes de refuerzo o, si no, pues se dejan las cosas como están. Es muy posible que alguno considere que la alarma suena muy pronto y yo le diría que puede ser. Hace un año, en mi faceta “espanyolista” viví un cambio radical en el que nadie quiso poner la voz de alarma hasta que llegó un punto en el que cualquier cambio ya no surtía efecto. No creo que el Hércules vaya a tener un hundimiento similar pero no está de más esas palabras de un delantero como Luis García que nos servirían a nosotros en este momento: hay que volver a hacer las cosas de forma simple, ir poco a poco hasta volver a recuperar nuestro nivel de antes, ese nivel que nos hacía difíciles de batir(6 goles en 13 jornadas) y que ahora se está perdiendo. En sí, queremos recuperar ese Hércules de comienzos de la temporada que, a lo mejor, no impresionaba en su juego pero le ponía casta e intensidad, ambas cualidades que fallaron ayer con estrépito.

Lo de ayer fue el resultado del “ningunismo” que se le dio al partido. Desde los medios se nos trasladaba la imagen de que era “un partido más”, que ellos querían los tres puntos sin darse cuenta que el rival iba a jugar por extramotivación el partido que le podía salvar los números tan malos que estaba haciendo. No puedo valorar si no jugamos porque ellos(sobre todo los que estaban encima de Farinós, Aguilar y Tote) supieron hacer un marcaje mejor o el motivo que sea, lo que observé ayer fue un equipo que, tras el 1-2, naufragó absolutamente y muy pocas ocasiones creó para igualar de nuevo el encuentro. Asombrosamente, todos los defectos alicantinistas se fueron a los jugadores herculanos que no supieron contrarrestar el efecto negativo de un gol tan tempranero tras el sufrido empate a uno, un minuto antes, mientras que esa virtud de sobreponerse al golpe de un gol como fue el del empate lo tuvo el equipo alicantinista que, hasta ahora, había dado la imagen de debilidad anímica en sus encuentros.

El partido como tal fue el esperado: los jugadores alicantinistas salieron con intención de no arrugarse aunque, a medida que pasaba la primera parte más sensación de peligro hubo en el área defendida por el cancerbero visitante pero sin poder evitar los pocos ataques alicantinistas. El 0-1 marcado casi con el minuto 45 hizo daño pero la capacidad de reaccionar que mostraba de antaño el Hércules hacía esperar algún gol. Sí ocurrió en los plazos previstos(marcar el empate antes del cuarto de hora) pero no sirvió para nada pues, en la jugada siguiente, llegaba el 1-2 por fallo del ala izquierda de la defensa que permitió el remate de Català. A partir de ahí, imprecisiones, generadas mayoritariamente por Tote- aunque al menos, quiso el esférico-, Tuni que impidieron que llegase el balón a las inmediaciones de Taborda y Delibasic. Un disparo del balear y un remate fallido del uruguayo fue el mayor peligro ocasionado en una segunda parte en el que de romperse el partido daba imagen que iba a ser superior el propio Alicante.

Aunque se escribirá esta semana sobre el encuentro ante el Albacete, no estaría de más que los propios jugadores se concienciaran un poco de que hay partidos y partidos de gran importancia para la afición. El de ayer era uno de ellos por mucho de no querer hablar de derby o clásico pero se quería ganar a toda costa.

Apunte Otro apartado que tiene parecido con el de la temporada pasada es que nadie está destacando en la faceta goleadora en este Hércules en el que el gol está tan repartido que varios jugadores se están anclando en los tres goles.