viernes, noviembre 21, 2008

Una de superhéroes

Como ya estaba un poco cansada de tanto Internet (cosa rara) el otro día me dio por ponerme una película antes de irme a acostar, así que rebuscando por DVDoteca (supongo que, si nadie lo evita, más tarde o más temprano convertida en blu-rayteca, o lo que se tercie) me encontré con las dos partes de la tarantiniana Kill Bill, al final opté por algo más tranquilo pero, aún así, no dejo de pensar siempre que las veo, lo distintas que son una de la otra. La primera parte es como ver la tomatina de Buñol durante dos horas y pico; y la segunda, sin renunciar a ciertas dosis de violencia (sino, no sería Tarantino) por fin incluye esos diálogos para besugos que forman parte de su idiosincrasia. Entre estos diálogos destaca el que para mí es el segundo mejor diálogo de todas las películas de Tarantino que he visto, solo superado por el de la Mac Royal de Pulp Fiction.. En él se trata la naturaleza de los superhéroes y comenta, por ejemplo, que mientras la mayoría de ellos nacen ya con sus superpoderes, por ejemplo, Superman; Spiderman primero era una persona normal, y luego por la picadura de una araña, se convierte en superhombre (una frikada, vamos). Pero a mi modo de ver olvida a Batman, un superhéroe que es una persona normal y corriente (aunque con una cuenta bancaria más que corriente) y que basa sus habilidades en los juguetitos (muy carísimos, por cierto, pero se los puede permitir) que maneja.
Al final, da lo mismo de dónde procedan, y que sean maniqueamente buenos, o moralmente ambiguos (que también los hay) porque sus aventuras suelen tener una misma estructura, y es que para resaltar la hazaña del héroe, éste siempre tiene que pasar por un momento de apuro, mostrar su lado humano, e incluso necesitar ayuda de algún simple mortal que pase por ahí en ese momento.
Para nosotros, el Hércules es el superhéroe, invencible durante once jornadas ha conocido la derrota por primera vez esta temporada (vendrán más), y de forma dolorosa a juzgar por el gran número de ocasiones falladas, y que podrían haber cambiado el signo del partido de haberse materializado, y ahora es cuando nos toca a los simples mortales, ayudar al héroe a reponerse de esta adversidad, acudiendo al campo y animando al equipo, que este fin de semana viene el Castellón que está pisando fuerte en estas últimas jornadas.