Bueno, hace tiempo que las monedas dejaron de ser lo que eran y de tener su cara y su cruz, para sustituirla por a saber qué, dependiendo del lugar de donde proceda la monedita de turno. Si ya lo digo yo, que esto de la Unión Europea es una mal invento, que somos muchos y no somos capaces de ponernos de acuerdo ni en la forma de las monedas.
Con todo, y aunque ya sea imposible saber qué es la cara, y qué la cruz, siempre nos referiremos a ellas para expresar los distintos devenires por los que atraviesa, en este caso, y puesto que estamos hablando de fútbol, un equipo.
Así las cosas, tras el sobresalto copero del pasado miércoles, la expectación del partido de Sevilla se centraba en saber si el equipo se resentiría del correctivo sufrido ante el equipo vallisoletano ya que, encajar un 1-5, siempre es doloroso aunque se trate en una competición absolutamente devaluada en los últimos tiempos, como es la Copa del Rey, a la que muchos equipos y, el nuestro no iba a ser menos dado lo justo de la plantilla, tienen por castigo jugar . Con todo hay que decir a favor del Hércules, y agradecerle también, que aun habiéndose quedado con un jugador menos (Dani Bautista tuvo el dudoso honor de compartir injusticia con Van Nistelrooy) en el minuto 25, no se limitó a defender sino que decidió obsequiar a los presentes con un juego valiente lo que, a la par, le supuso su perdición.
Es esa misma valentía la que le hace luchar cada partido, y la que le empuja a remontar los partidos que se le ponen cuesta arriba (con la de Sevilla ya van unas cuantas en lo que llevamos de temporada) y la que, como justo premio, le hace ganar los partidos o, a lo sumo, empatarlos, pero siempre sumando, y cuando lleguen las derrotas, que por ley del fútbol, llegarán, siempre se podrá tener la seguridad de que el equipo habrá luchado para intentar solventar la situación.
El próximo domingo hay un partido muy importante en el Rico Pérez contra el Xerez, 4º clasificado, que puede empezar a marcar las diferencias de cara a las posiciones de cabeza ya que, hasta la fecha, son sólo 3 puntos los que separan a ambos equipos, y se trata de uno de los equipos más en forma de la categoría. Ahora que nos ha dado por importar fiestas extranjeras como Halloween, no sé si encomendarme a todas las calabazas del mercadillo, o a Todos los Santos, por ser tradicional, para superar el gafe del Plus, y que los tres puntos se queden en el Rico Pérez. Por lo pronto, que nadie falte a esta cita porque se va a necesitar todo el aliento del que se disponga.