Si el Hércules se mereció ganar el encuentro, todo ese mérito se engloba en esos minutos entre el 37 y el 43 de la primera parte cuando llegaron los dos goles y una ocasión triple fallida de Ion, Bechan y Sendoa. Hasta entonces, el juego había estado carente de precisión y la mano de Unai Alba en el ecuador de la primera parte ya había dado el pistoletazo a los silbidos de buena parte de la afición por la extraña parsimonia para alcanzar la portería defendida por el veterano Julio Iglesias-sí, aquel que en un choque lesionaba a Janko Jankovic en aquel Hércules-Almería de la temporada 95/96-. El equipo respondió con una jugada en la que Ismael remataba y el cancerbero sacaba el balón con la punta de los dedos pocos segundos después. De repente, llegó la jugada del primer gol. Kiran Bechan, que ya sorprendió con su salida en el once inicial, marcó el gol que puso al conjunto blanquiazul por delante tras una brillante jugada en la que Farinós e Ismael tuvieron buena parte de culpa en el éxito de la jugada. En esos minutos se vio el mejor Hércules de esta segunda vuelta. En la siguiente jugada de ataque, Ion Vélez estrellaba el balón en el portero, el rechace estuvo a punto de ser cogido por un Bechan al que le habría faltado estar más cerca de la jugada pues el disparo desde la frontal era evidente y, posteriormente, Sendoa Aguirre desaprovechaba la continuación de esta triple opción de ataque; sin embargo, al vasco le premió el destino con un pase impresionante desde la derecha que se fue directamente a la cabeza de Diego Jaume y entraba sin remisión en la portería cordobesista. En seis minutos, los más que previsibles pitidos contra Andoni Goikoetxea mutaron en aplausos a un equipo que parecía encarrilar el encuentro con una facilidad más que pasmosa. En la segunda parte, el juego siguió con los mismos parámetros. El tercer gol era fundamental y se luchó por ello mas el cambio de Javi Moreno y el tanto marcado por el cordobesista alentó el regreso de fantasmas. Antes del gol andaluz, el equipo verdiblanco tuvo cerca la opción de iniciar la remontada tras una falta sacada por Cristian Álvarez que Unai volvía a salvar Ya lo indicaba en artículos anteriores, a un equipo con propensión al empate le cuesta ganar pero hace lo indecible por no perder porque ya ha recortado distancias y el empate cercano les hace creer en la igualada. Además, las tres sustituciones crearon cierta incertidumbre en el resultado a pesar de que el 3-1 estuvo presente si Ismael no hubiera desaprovechado la ocasión de marcar. El Córdoba no culminó, afortunadamente para el Hércules, una remontada que se temía.
La victoria, sin embargo, no evitó los gritos en contra del entrenador. El célebre “vete ya” sonaba en la primera parte –aparte de un muy tímido “Cámara, Cámara”-en breves instantes pero el remate de Ismael calmó un poco los ánimos; sin embargo, volvió a sonar con el último cambio tras observar la afición como se iba a sufrir por los cambios realizados. Ayer, quizás, era el día para el tradicional “cambio de cromos” más que para cambiar una estrategia que no había estado mal mantener. Recular era la opción más peligrosa ante un equipo que también tenía sus opciones para igualar. Con el paso de los minutos de descuento, el grito se hizo más y más intenso aunque era conocedora la afición de que, tras una victoria, era muy difícil cesar al entrenador. El divorcio es evidente y sólo queda que lo que resta de temporada, sea lo menos peligrosa posible para la trayectoria herculana. Cuando termine esta 2007/08, Andoni Goikoetxea se irá del Hércules para, presumiblemente, no volver nunca más.
Apunte Hay un par de datos curiosos respecto a los 42 goles marcados por el Hércules y que lo coloca en cuarto lugar de equipos más materializadotes: el primero se basa en esos 7-13 goles recibidos de más en comparación con los de arriba; el segundo es que, a pesar de ello,los máximos artilleros herculanos están en cinco goles. Ha estado tan repartido que dieciséis jugadores herculanos han marcado(doce han sido los que marcado para Numancia o Málaga) aparte del gol en propia puerta de Ferrón.