Suele ser habitual que, aprovechando la autopista de la información que es Internet, quisiera saber el estado de ánimo de la afición rival ante cada encuentro dominical del club. A veces, me interesa y traslado las ideas a un artículo. Por ello, quisiera indicar en mis primeras líneas el estado en que vive la afición salmantina. En ella se percibe un poco la antipatía hacia el Hércules, habitual hacia a un equipo al que no le ves manera de ganar; pero hay algo más grave que les preocupa más que un partido de fútbol y que algún día comentaré por aquí por lo de “si las barbas de un vecino ves cortar…pon las tuyas a remojar”: una crisis institucional galopante, un ex jugador que exige sus emolumentos, embargos y un presidente a punto de una dimisión al comprobar como el ayuntamiento se olvida el tema…y, por medio, el abogado que defiende al exjugador y que fue responsable, en su día-año 2003-, del descenso del Real Oviedo a tercera por exigir cosas formales a última hora y provocar la caída del club ovetense al abismo. Como entenderán, están más pendientes de su situación que de un encuentro aunque ello no quita para que deseen romper su nefasta racha cuando acuden a jugar a Alicante.
El equipo rival viene, pues, a lograr un buen resultado con el que afianzarse en esta segunda división o Liga BBVA donde están haciendo una buena temporada para lo que se “temía” de un club que había dado el salto de los Arpón, Braulio, Vela a los Pagola, Pelegrín o Sergio Postigo. La apuesta por jugadores de 2ªB, el técnico del CD Alcoyano era suficiente para dejar claro que la Unión apostaba por mantenerse en la categoría. Tuvieron un mal inicio de temporada pero se han ido acostumbrando al nivel de esta división y están en una situación pareja a la del Hércules: lejos de arriba-aunque ese no era el objetivo charro- y con el descenso a una distancia de, más o menos, dos encuentros de ventaja. Sólo ha ganado dos encuentros a domicilio(Racing de Ferrol y U.D. Las Palmas) y muy meritorio el empate a cero en Balaidos, aparte de otros cuatro empates. No hay patrón de comportamiento para decir qué es lo mejor que le puede ocurrir al Hércules(hay equipos que no han logrado ganar por ejemplo cuando empiezan perdiendo). El conjunto salmantino ha empezando ganando y ha acabado perdiendo y viceversa. Salvo el inicial 3-0 en Málaga y el 0-2 en Ferrol, los resultados han sido bastante igualados lo que le hace un equipo duro de vencer. Para una mejor definición del juego charro, lean esta previa
Contra ellos, el Hércules ha vivido una semana en el que se piensa más en el futuro que en el presente: La creación de una comisión formada por Paquito y Alfaro es un ejemplo, como también lo es la propuesta de renovación, al menos en prensa, del central César, del mediapunta Tote, el intento desesperado de conseguir un segundo año de cesión de Ion Vélez, etc. Todo ello aparte de la autoproclamación de Goikoetxea como entrenador de la 2008/09. Como siempre, no podía faltar el episodio de las inusuales “concentraciones” realizadas en el Hesperia Golf en la Playa de San Juan. El Hércules afronta el encuentro de hoy como una continua huida de los puestos de abajo y afrontando un mes de marzo fundamental(cinco partidos, tres en casa y dos fuera, donde debe sumar 10-12 puntos como mínimo para tranquilizarse y, sobre todo, antes de abarcar los desplazamientos consecutivos de Anoeta, Balaidos, Nou Camp de Tarragona y La Rosaleda). La principal ausencia será Ion Vélez tras no tener fortuna el recurso. El equipo jugará prácticamente con el once de las últimas semanas quedando la duda de quién jugará por banda derecha una vez que Farinós parece haber encontrado su puesto en el centro del campo).
Apunte Curiosa polémica creada acerca de las elecciones en la RFEF, la orden ministerial de exigir procesos electivos antes de los juegos olímpicos en las federaciones no clasificadas para dicho evento deportivo. Y es ese calificativo porque a Villar le interesa, más que nunca, adelantar las elecciones y aprovechar que su rival está dando sus primeros pasos para asestarle el golpe que, ni siquiera, un mal estado de las cuentas evitaría.