Un minuto bastó para finiquitar esperanzas. Se podría haber ganado con diez igualmente pero el golpe anímico suele ser mayor cuando la injusticia se cierne. Aquella expulsión de Sendoa hace casi dos meses abrió un encuentro en el que el esfuerzo mayor recayó de parte alicantina. Durante la primera parte, aquel 2-0 ante el conjunto vasco era merecido por méritos de unos y otros mas jugar con diez minó el ánimo del equipo blanquiazul. Aquella segunda parte fue un intento, en un principio vano, del club rojiblanco de empatar hasta que logró el 2-1; en aquel momento, el equipo de Goikoetxea dejó de rendir, sea por cansancio, sea porque los del banquillo no superaron a los titulares- Cámara, que había salido titular, dejó su puesto a otro jugador tras un gran esfuerzo. Incluso, si la rigurosidad de ayer hubiera existido en el partido de ida, el penalti a Blas Pérez hubiera sido pitado. El empate a dos puso las cosas imposibles para la vuelta y, como se comprobó ayer, se finiquitó esta edición de Copa del Rey donde se ha llegado al listón de enfrentarse a un “primera”(en 2006, el Real Zaragoza; en 2007, el Athletic de Bilbao) tras varias ediciones dignas de olvido.
Ayer se iba a San Mamés con una intención más de salvar la cara, de irse de esta competición con dignidad…y si surgía, pues hacer algo de daño. Fueron bien pocas las opciones del equipo blanquiazul de acercarse a la meta de Aranzubia pero las hubo, en especial, un remate de César que fue al larguero y que, de haber entrado, hubiera dado una imagen más convencida- se dirá que el Athletic estampó el balón en el poste pero un 1-1, a pesar de todo, era un buen resultado porque el segundo gol estaría más cerca. El equipo saltaba al terreno de juego con la agradable sorpresa de estar Unai Alba bajo los palos-irónicamente, a pesar de estar medio año en el equipo de los “leones”, ayer jugaba el primer partido oficial en San Mamés-, el esporádico regreso de Diego Jaume y Graff(Juanma y Albacar, al igual que Sergio Fernández, son insustituibles); en la media, Rodri y Cámara trataron de cumplir con su juego pero los centrocampistas vascos mantuvieron mejor el control del juego. La capacidad ofensiva herculana era la deseada(Sendoa, Tote y Blas Pérez) pero apenas se percibió la presencia de este particular tridente. Tras una primera parte, igualada para lo que es la diferencia entre ambos clubes, en la segunda se fue desnivelando poco a poco el encuentro hasta que, a falta de veinte minutos, se marcó el 1-0; el equipo blanquiazul no pudo superar el palo de tener que marcar dos goles cuando ya estaba desfondada; el segundo gol llegó casi al final del encuentro, quizás excesivo para el juego de uno y otro. San Mamés, volvió a ser negativo para este Hércules al que la Catedral le impone demasiado(en Liga no ganó nunca en Liga en lo que se refiere al primer equipo). Con el pitido final, a esperar a la próxima edición.
Apunte Empatar en el Camp Nou(CD Alcoyano), tener a todo un campeón como el Sevilla con los dos pies fuera de esta competición aunque se salvó al final(Denia) o ver como el Real Madrid marcaba dos goles postreros, tanto en el Rico Pérez como en el Santiago Bernabeu(Alicante CF) son tristes ejemplos de lo que pudo ser y no fue. La Federación Española de Fútbol demostró una vez más que lo de aquellas temporadas a partido único fue un bonito espejismo que el propio presidente consiguió borrar. Ya es patético que la única decisión buena que tuvo la mandara al garete pocos años después.