Se abre el mercado de invierno, se acaban unos rumores, irrumpen otros y, por último, tras 31 de enero angustioso, finaliza un período donde la motivaciones son absolutamente dispares. Mientras en el mercado de verano se conforma la plantilla en función de los objetivos de cada club, independientemente de los “sueños”; en enero se busca el refuerzo, el parche o el intento denodado por evitar la catástrofe originada cuatro meses después. Los refuerzos suelen ser escasos, venidos de fuera, aunque el coste revela los esfuerzos para la contratación; generalmente, la contratación suele ser innecesaria pues las cosas van bien pero se contrata para “controlar” los posibles momentos de bajón del titular, o bien, ser un seguro para generar competencia en la plantilla, aprovechando la buena inercia; luego están los “parches” jugadores que llegan para cubrir un puesto “descompensado” y que no se había visto en verano- en parte por una mala planificación, en parte por el propio bajo rendimiento del que estaba en plantilla-; el resultado de esos “parches”, por lo normal, van de más a menos hasta que observan que su esfuerzo no se nota- también puede venir un buen jugador, pero lo habitual es la citada trayectoria; por último, está el denodado esfuerzo por evitar la catástrofe, cuando se procede, directamente, a traerse en invierno media plantilla para evitar un desaguisado que, por lo normal, tampoco se suele evitar. La línea suele ser muy delgada entre estos diferentes tipos de fichajes y algún parche se ha acabado convirtiendo en refuerzo…y viceversa.
En el Hércules se ha visto, como era de esperar, muy poco de lo primero y, para colmo, ese refuerzo acabó siendo una catástrofe( José Luís Garzón 95/96 delantero); muchos “parches”(Miljnavic por falta de interior zurdo, Rufai por el nefasto Huard, Vara-Visjnic-Baroja por falta de dinero y poco rendimiento, Capdevila, Manolo Pérez, etc) y, afortunadamente, pocos “intentos denodados por evitar la catástrofe”…pero los hubo: en particular, aquella temporada “post sufrimiento tras julio de 2000) cuando, en invierno, se trajo para evitar problemas a Varela, Orlando, Javi Rodríguez y Alfaro. Tales esfuerzos pueden dar resultado si se perciben positivos desde el comienzo pero pueden ser negativos si no había motivo para ello(por ejemplo aquellos fichajes de la 97/98 por culpa de “Bahía”). Aunque el verdadero “maestro” en esta historia de renovar la plantilla en invierno fue el propio Córdoba CF que hizo “reformas” desde la 2002/03(se salvó tras un mal comienzo), siguiendo por la 2003/04(otra vez, salvación milagrosa) hasta que el cántaro se rompió en la 2004/05…si bien, el descenso estaba cantado por una primera vuelta bastante mala y que lastró los opciones de mantenerse. En esta ocasión, el Hércules ha apostado por Ion Vélez para suplir la ausencia de Piti, es decir, es un fichaje “parche”…de él puede depender convertirse en “refuerzo” ya que, como se ha dicho antes, la línea es muy delgada, tan fina como la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Apunte Curioso el pulso entre Ronald Koeman y el presidente, Juan Bautista Soler. Está entre lo circense(uno diciendo que no era separación de jugadores mientras el otro decía que sí) y lo “castrense”( siendo una medida impopular, lo hago porque sí, porque si no lo hago por ser débil, no puedo ser buen entrenador). Sea como sea, en Valencia se espera una buena “pasión” allá por las Fallas.