Dice la tradición que: He aquí el roscón de Reyes tradición de un gran banquete/en el cual hay dos sorpresas para los que tengan suerte./ En él hay, muy bien ocultas, un haba y una figura:/el que lo vaya a cortar hágalo sin travesura./ Quien en la boca se encuentre una cosa un tanto dura,/a lo peor es el haba o a lo mejor la figura./Si es el haba lo encontrado este postre pagarás,/más si ello es la figura, coronado y Rey serás......y mi familia encantada porque la dichosa habichuela siempre me toca a mí.
Por de pronto, el primer regalo de Navidad ha sido, como no podía ser de otra manera, un delantero, Ion Vélez, producto de la factoría Goiko, y al que deseamos, cuanto menos, el mismo rendimiento que Unai Alba, más que nada por la saturación de los servicios postventa en estas fechas, aunque venga cedido.
A la espera de que Blas Pérez y el Cruz Azul (nuestros destinos se vuelven a cruzar después del bluf de Galindo.) terminen de deshojar la margarita, no se esperan más cambios en el equipo pero, claro, luego lo que Sus Majestades quieran traer...Eso sí, habría que tener en cuenta que el rendimiento del panameño, va a estar más en el punto de mira, si cabe, puesto que lo más probable sea que, aunque su cuerpo esté en Alicante; su mente esté ya al otro lado del charco. Por de pronto, la fecha límite para el fin de la primera temporada del culebrón es el 10 de enero.
Esta semana vuelve la liga en un partido que nos enfrentará contra el River Plate...¡ay, no, contra el Sevilla B! (Tanto asador argentino me confunde, a la par que sus idénticas indumentarias) que no deja de ser un filial y, por tanto, absolutamente impredecible, aunque la lógica indica que el partido debería decantarse del lado alicantino, aunque por lo visto en los últimos partidos, más nos valdría dejar la lógica a u lado y concentrarnos en lo que tenemos que hacer que es sumar de tres en tres.
Y después de todo esto...¿quién dice que una semana sin fútbol puede ser aburrida?