La victoria ante el Nàstic supone, sin duda, el regreso de la perdida buena estrella al equipo tras algunas semanas en las que se había perdido el paso en cuestión de resultados. El primer paso ya se ha dado con el regreso de los buenos resultados (sendos 3-0 en Eibar y aquí), ahora falta volver a “enamorar” como en el inicio de temporada para volver a vivir el ambiente de aquella matinal ante el Numancia o la tarde ante el Sporting- en caso de ganar al Polideportivo Ejido, el encuentro ante el Málaga puede ser impresionante- aunque es más complicado a los aficionados de paso volver al estadio. Mientras que vuelven o no, disfrutemos los de siempre de una mejora que crea cierta ilusión, al menos, de ver una buena temporada, a diferencia de las dos temporadas anteriores. Ese seguir creciendo tiene también un aspecto numérico: la victoria de ayer iguala a 23 puntos a este Hércules con el de Mandiá con una diferencia: aquel había empezado fuerte y en plan revelación(aquella noche tras ganar al Sporting “durmiendo” en puestos de ascenso) mientras que éste ha tenido que sufrir un momento de crisis durante un mes largo para ganar. Es oportunidad para crecer, no sólo en el juego, sino además en resultados. Las cifras no engañan: a estas alturas, este Hércules 2007/08 está igualado con el de Mandiá y cinco puntos por encima del de Uribe, si bien el asturiano tuvo que coger el toro por los cuernos; por delante nos espera seis jornadas en las que superar los 26 puntos de la 2005/06 parece muy sencillo(recordemos el bache de diez semanas sin ganar que le costó el puesto al técnico gallego) o los 31 que logró Uribe tras una seis semanas en las que sumó trece puntos.
El juego ayer quizás no fue el mejor que se podía esperar, el Nàstic pudo haber hecho daño pero algo se veía en el ambiente que este equipo tarraconense no marcaría un gol mientras que el peligro se veía en algunas jugadas del Hércules-por ejemplo, dos pases en profundidad de Cámara que pudieron hacer daño si compañero hubiera tenido algo más de velocidad. Puede que sea seguramente el hecho psicológico de jugar como se debe y como clamaba la afición: un juego por bandas donde se creara peligro. De ayer habría que comentar varios aspectos a destacar: la sensación casi confirmada de “tener portero”, sin demérito de Aragoneses- Unai Alba me recuerda a Moso en un aspecto primordial como es tener “ángel” en las intervenciones…y méritos del portero vasco; también se ve que tenemos una defensa letal en los dos aspectos, si bien el defensivo lo van mejorando poco a poco mientras en el ofensivo es tremenda la rentabilidad(Cesar, Llera, Sergio, Jaume, Juanma ya han marcado); en el centro del campo, se tiene referencias en las bandas para abrir el juego mientras que Mariño y su control del balón le hace más peligroso más cerca del área rival donde los defensas casi se vean obligados a hacerle falta; por bandas, Sendoa estuvo más pletórico mientras que Bechan, sin estar acertado, fue protagonista de un segundo gol de tiralíneas; por último, Blas Pérez sigue necesitando marcar otro gol que le quite un poco la presión. El panameño, estando activo en todo el partido, estuvo más afortunado en la segunda parte donde tuvo tres, cuatro intervenciones de peligro, entre las que destaca un disparo desde 30 metros que pudo acabar en gol o el que inició el peligro en la jugada del segundo gol. El Nàstic, curiosamente, mejoró con la marcha de Jandro, muy apagado. El equipo rojillo perdió ayer porque se encontró con un Hércules al que la suerte le acompañó…aunque mereció el equipo alicantino la victoria igualmente.
Apunte Como se suele decir, el hombre(el ser humano) es el único capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Ayer, el Sporting de Gijón ratificó esa máxima repitiendo derrota en Motril ante el Granada 74, al igual que en Copa del Rey.
