La casi segura marcha de Blas Pérez abre las puertas de otro delantero centro- sin olvidar la necesidad de otra ficha tras la cesión de Piti al Rayo Vallecano- que sirva para aportar los goles necesarios para, como mínimo, mantenerse en la categoría. Tras una primera intención de mirar en el mercado sudamericano, las miras apuntan ahora hacia los descartes de los equipos de primera división. Sería muy duro decir que ambas medidas tienen visos de no traer cosas positivas. ¿Por qué? Si el jugador es un descarte tiene un aspecto positivo(se presupone ilusión por jugar tras el ostracismo de varios meses) pero también tiene otro negativo(la falta de ritmo de competición); si se echase el lazo al mercado sudamericano, nos encontramos con el problema de la adaptación, no cultural sino de ritmo de juego entre allí y aquí. Además, el mercado sudamericano requiere una infraestructura de ojeadores(los ex jugadores) o estar muy al tanto de dicho mercado. Un ejemplo de lo dicho es cómo el Sevilla se hizo con los servicios de Fazio tras una subasta. Además, hay que mirar más allá de las figuras y eso requiere una exhaustiva observación.
Para acertar con el fichaje se ha de buscar el perfil necesario de delantero. No es sólo si se quiere un delantero “9” o uno con más movimiento, también es buscar un jugador que sepa convertir un mal balón en un buen juego. Una vez vista esta primera vuelta, se ve que Blas se fue porque tampoco se supo jugar para él(y para Rubén Navarro); el jugador que se busca debe tener un buen control de juego de espaldas y técnica en el pie pues se necesita que no pierda el balón con facilidad cuando encare portería y/o pasar al mejor compañero posible. También debe saber ir para la derecha o la izquierda(movilidad) y que tenga empuje. ¿Conocen a alguien? Es posible que no pero, en buena parte, en eso consiste ser ojeador y su trabajo debe funcionar cada semana, cada mes para intentar limitar el número de errores logrando un buen número de futbolistas, no sólo de la élite sino de otras categorías. En el momento de tener dicha relación, será el instante para ir a ficharal delantero sin dar la sensación que se está dando con Subirats, de no saberse el camino por el que van a la hora de reforzar al equipo, ora Sudamérica, ora la primera división.
El mercado de invierno no suele ser muy propicio, pero en el Hércules, el porcentaje de acierto es casi ínfima: por un jugador bueno(Cámara, Schiavi-a pesar de no ser un jugador de mi agrado-) suelen salir seis malos(Josemi, Chupa López, Ibón Díez-el lateral derecho que se firmó para suplir al lesionado Marcos Guerrero en la 2004/05-, Carlitos, Manolo Pérez, Jimmy Schmidt, Irrazábal, Chota, Kikín…por no hablar de aquellos que vinieron desde Bahía en 1998).
Apunte Por cierto, cada mes de diciembre tiene su episodio culebrón. Si en 2005 fue la primera guerra Roig- Rodri por el fichaje de Jimmy Schmidt, en 2006 fue por la marcha de Rolando Schiavi y la llegada de los dos paraguayos que tardarían casi un mes en debutar. En este año, el episodio Blas Pérez se ha hecho con el protagonismo.