martes, marzo 20, 2018

Con un par...de limones

Los que estamos más o menos por la cuarenta años, más o menos, tenemos en el recuerdo aquel triunfo histórico y espectacular de la selección española ante la de Malta en diciembre de 1983. De esos hechos que marcan cuando uno es un niño y ve ese torrente de goles.

Durante todo este tiempo hemos visto imágenes, programas conmemorativos de una gesta que quitaba el mal sabor de boca del Mundial de Argentina y, especialmente, el de España en 1982. Luego vino el mismo desarrollo de la Eurocopa de 1984, llegando a esa final de París ante Francia y que traia el recuerdo de "Sí, sí, nos vamos a París", tras el gol número doce de Juan Señor.

Pero llegó ayer y "Fiebre Maldini" quiso verlo desde la perspectiva maltesa ,dejando dos historias que, para empezar, quedan ridiculizadas. Historias en las que el paso del tiempo-casi treinta y cinco años-  es acusador porque, de haber sido cierto, habría sido objeto de crítica y sospecha desde el primer minuto tras el final del partido. La primera historia es un tema de doping por esteroides sin que nada se pudiera demostrar; la segunda historia es la absurda historia del hombre de bata blanca con unos limones cortados y que provocan que los jugadores malteses estuvieran casi anulados en la segunda parte. Esa historia de los limones es absurda desde el punto de vista del propio sentido común:¿alguien se tomaría un limón porque un desconocido te lo diga?. Aunque la perspectiva sería peor:¿qué argumento les dieron para tomar esos limones?. Pero esa es otra historia que nunca podrá tapar el buen recuerdo de aquella noche de diciembre.

Tras ese partido, España y Malta se volvieron a cruzar en los clasificatorios para el Mundial de Italia 1990 y Mundial de Francia en 1998, siendo el último partido disputado en 1997, en el propio estadio José Rico Pérez, reflejando el marcador un 4-0(Guardiola, Alfonso -2 goles- y Pizzi). Desde entonces, no han vuelto a disputar ni un partido.

Apunte Curiosamente, tardaron en adoptar las jornadas últimas unificadas y los grupos pares de equipos en las clasificatorias de fases finales. Aunque quitasen esa magia de "necesita marcar x goles", era más lógica y justa.