Bien
harían en hacer algo con la portería del fondo norte: algún
exorcismo, alguna cabeza de ajo, alguna raja de canela o,
directamente, cambiar todo el marco. Cuando Braulio ha tirado el
penalty y el cancerbero lo ha logrado atajar, he recordado otros dos
tiros desde los once metros con alta carga emocional: jugándose algo
importante y pitado en el minuto 93-95, al final del encuentro: el
penalty de Abraham Paz(que, afortunadamente, para el cordobesismo, lo
tiró al poste), el de Farinós en la temporada siguiente y hoy. Ha
habido otros, como el lanzado por Portillo “a lo Panenka” pero el
de hoy tenía sensación de necesario. Eso sí, espero que si esta
temporada se decide desde los once metros...no sea en la portería
del fondo norte(bueno, si es en contra sí). El penalty, de haber
sido materializado, hubiera sacado a los blanquiazules de fuera de
descenso, quizás por todo lo que quedaba de temporada. ¿Por qué?.
Porque si se gana un partido con dos jugadores menos, con el equipo
firmando casi el empate a uno con la S.D. Ponferradina, el ánimo
habría crecido exponencialmente en jugadores y el entorno. ¿Y
ahora? Depende de cómo se vea la botella. Personalmente, la veo
medio llena porque este partido, en la primera vuelta, con esos
factores, habría acabado con victoria del conjunto del Bierzo.Y
aunque sigo pensando que los puntos ya no se ganan, sólo se han de
evitar perder, lo de hoy lo veía mal con la roja directa a Peña.
Con un jugador menos se puede jugar mejor(Helenio Herrera dixit) pero
ya dos era demasiado. Incluso, el conjunto leonés pudo haber marcado
antes el 1-2.
Y
la pena es que el equipo empezó espectacular en los primeros
minutos, robo de balón incluido, pero el primer zarpazo del once de
Claudio Barragán fue a la red. Gol de Yuri en un saque de esquina
forzado por Pamarot. Era el minuto 5. Portillo pudo haber batido a
Santamaría pero el guante del cancerbero evitó que llegase pronto
el 1-1. Buscó el Hércules el empate con escaso acierto. Entre
medias, el colegiado Mariscal Sánchez comenzaba un festival de
amonestaciones. Una de esas tarjetas amarillas fue a Escassi que,
posiblemente, fuera causa de su sustitución en el descanso. Por no
hablar de una pena máxima no pitada a Braulio. El equipo de Quique
Hernández buscó el empate y éste llegó por un pase de Cortés, el
esférico llega a Edu Bedia que dispara para asegurar el empate a uno
antes del descanso. El primer trabajo ya estaba hecho. En la segunda
parte, seguía el mismo nivel de dos conjuntos que se estaban
respetando. A los veinte minutos llegó el siguiente golpe: doble
amonestación, absurda, a Mario Rosas-que había salido por Escassi-
dejando al equipo con diez. Los diez jugadores blanquiazules debían
de buscar el 2-1 pero con un entusiasmo más comedido ante el peligro
que llevaban los atacantes visitantes. El ambiente se volvía más
tenso y Peña lo terminó de reventar al dar un codazo(con menos
intensidad de la que acusa el acta) a un jugador rival. Con dos
menos, nadie esperaba más milagro que aguantar el 1-1. El conjunto
del Bierzo buscó el 1-2 casi por obligación moral de su
superioridad numérica pero no llegó el gol. Cuando todos ya estaban
esperando el pitido final, llegó el penalty a Braulio por un derribo
claro. El propio delantero canario quiso lanzar el tiro ante el
lamento y la protesta de Portillo. Santamaría detuvo el esférico y
Mariscal Sánchez decretó un final de partido amargo.
Apunte:
Lamentar lo acontecido en el
Pabellón Pitiu Rochel durante el desarrollo del I Torneo Benéfico
de fútbol-sala “Zona Hércules”. Que un joven de 21 años
pierda la vida haciendo deporte es triste. Fuese de forma
inconsciente o no-se hubiera podido desmayar igualmente sin problemas
físicos como ha pasado con deportistas de élite- quiso olvidar su
futuro que le iba a acompañar la próxima semana con su marcapasos.
Tocar el balón, quizás por última vez, antes de asumir una vida,
en cierto sentido, limitada para quien tenía tanta energía. A menor
escala, también dar ánimos al médico del club, Jeroni Llorca, que
hizo todo lo posible para recuperar al joven Alejandro.