Hace unas semanas, allá por el ecuador de la competición,
escribí un artículo sobre los equipos que se habían salvado partiendo de una
situación similar a la del Hércules. Incluso, recordaba como esos equipos
seguían en puestos de descenso en estas jornadas situadas a comienzo de ese
último tercio. Pero ahora desarrollaré un texto en el que comentaré las
diversas maneras de salvarse que tuvo un conjunto por el que siento un aprecio
similar al del conjunto herculano: el Real Club Deportivo Espanyol. También
querría precisar que el Córdoba C.F., el equipo de mi tierra natal, también
logró una buena gesta como la de cambiar medio equipo en la temporada 2002/03 y
lograr la salvación que, dos temporadas, estuvo a punto de superar (partía de 14
puntos en la jornada 21ª) pero que no fue posible en la penúltima jornada de
Liga.
Desde mi afición por el conjunto perico(a la par que el
Hércules, temporada 82/83) le habré visto “apurado” clasificatorio en varias
ocasiones. Por ejemplo, he visto como, en la temporada 2005/06, se iba cayendo
en la clasificación hasta estar quince minutos en puesto de descenso en la última jornada y salvarse en el último
instante. El primer verdadero “flirteo”
que viví con el descenso fue en la edición liguera 1988/89(la primera
“tras lo de Leverkussen"). Clemente tuvo que ser cesado tras mantener al
conjunto de Sarrià en los puestos de abajo. El equipo mejoró pero había
comenzado a remontar tarde. el escollo del descenso directo pero no la
promoción de descenso, descendiendo en Mallorca. Dos años después le pasó una
situación similar. Fue el año de esos cuatro rusos que vinieron por Navidad a
un equipo que era colista y que lograron ubicar al conjunto blanquiazul fuera
de la promoción de descenso. Aunque en la temporada 2002/03 se sufrió lo suyo,
realmente el recuerdo de esa temporada 91/92 se volvió a repetir en dos
ocasiones más: las ediciones ligueras 2003/04 y 2008/09. En ambas, se llegaba
con unos 14 y 15 puntos en la primera vuelta respectivamente. En ambos, como se
pudo ver, el milagro llegó en una segunda vuelta portentosa pero con vaivenes
típicos. Así, Luis Fernández logró sumar 29 puntos tras el ecuador (9
victorias, 2 empates, 8 derrotas). Pero la verdadera gesta, la que se debe
escribir en mayúsculas fue la que ocurrió a las puertas de inaugurar el estadio
de Cornellà. En la jornada 28ª, a falta de diez partidos, el equipo sumaba 22
puntos y era colista. La permanencia estaba a ocho puntos y con el dolor de perder
en el feudo del Osasuna en el último minuto. Sin embargo, el equipo, tras pasar
por una miniestancia en Navata, logró sumar ocho victorias en esos diez
partidos, sumó 25 puntos y le sobró la última jornada.
En todos los casos, era creer en la victoria con garra, pundonor(temporada
2003/04), con confianza en el propio juego(2008/09) y olvidándose de las
derrotas para seguir levantándose(1991/92, cuando se perdió 7-0 en el Santiago
Bernabeu, pero se siguió ganando en las jornadas posteriores). Tres salvaciones
cuando todo el mundo había condenado a los blanquiazules al descenso de forma
irremediable pero que la plantilla quiso demostrar que no era así. He aquí tres ejemplos de cómo se puede salvar el Hércules en esta temporada.
Apunte Quizás una de las cosas que
preocupa ha sido la sucesión de malas noticias que han golpeado al club
blanquiazul en los últimos días: la crítica evolución del fútbol-base, los
últimos resultados del primer equipo, el tema de la iluminación e,
indirectamente, todo lo que suena por Guadalajara, Santander o Jerez de la Frontera y que nos
recuerda esa frase de “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas
a remojar”