miércoles, marzo 06, 2013

Experiencia propia



Hace unas semanas, allá por el ecuador de la competición, escribí un artículo sobre los equipos que se habían salvado partiendo de una situación similar a la del Hércules. Incluso, recordaba como esos equipos seguían en puestos de descenso en estas jornadas situadas a comienzo de ese último tercio. Pero ahora desarrollaré un texto en el que comentaré las diversas maneras de salvarse que tuvo un conjunto por el que siento un aprecio similar al del conjunto herculano: el Real Club Deportivo Espanyol. También querría precisar que el Córdoba C.F., el equipo de mi tierra natal, también logró una buena gesta como la de cambiar medio equipo en la temporada 2002/03 y lograr la salvación que, dos temporadas, estuvo a punto de superar (partía de 14 puntos en la jornada 21ª) pero que no fue posible en la penúltima jornada de Liga.

Desde mi afición por el conjunto perico(a la par que el Hércules, temporada 82/83) le habré visto “apurado” clasificatorio en varias ocasiones. Por ejemplo, he visto como, en la temporada 2005/06, se iba cayendo en la clasificación hasta estar quince minutos en puesto de descenso  en la última jornada y salvarse en el último instante. El primer verdadero “flirteo”  que viví con el descenso fue en la edición liguera 1988/89(la primera “tras lo de Leverkussen"). Clemente tuvo que ser cesado tras mantener al conjunto de Sarrià en los puestos de abajo. El equipo mejoró pero había comenzado a remontar tarde. el escollo del descenso directo pero no la promoción de descenso, descendiendo en Mallorca. Dos años después le pasó una situación similar. Fue el año de esos cuatro rusos que vinieron por Navidad a un equipo que era colista y que lograron ubicar al conjunto blanquiazul fuera de la promoción de descenso. Aunque en la temporada 2002/03 se sufrió lo suyo, realmente el recuerdo de esa temporada 91/92 se volvió a repetir en dos ocasiones más: las ediciones ligueras 2003/04 y 2008/09. En ambas, se llegaba con unos 14 y 15 puntos en la primera vuelta respectivamente. En ambos, como se pudo ver, el milagro llegó en una segunda vuelta portentosa pero con vaivenes típicos. Así, Luis Fernández logró sumar 29 puntos tras el ecuador (9 victorias, 2 empates, 8 derrotas). Pero la verdadera gesta, la que se debe escribir en mayúsculas fue la que ocurrió a las puertas de inaugurar el estadio de Cornellà. En la jornada 28ª, a falta de diez partidos, el equipo sumaba 22 puntos y era colista. La permanencia estaba a ocho puntos y con el dolor de perder en el feudo del Osasuna en el último minuto. Sin embargo, el equipo, tras pasar por una miniestancia en Navata, logró sumar ocho victorias en esos diez partidos, sumó 25 puntos y le sobró la última jornada.

En todos los casos, era creer en la victoria con garra, pundonor(temporada 2003/04), con confianza en el propio juego(2008/09) y olvidándose de las derrotas para seguir levantándose(1991/92, cuando se perdió 7-0 en el Santiago Bernabeu, pero se siguió ganando en las jornadas posteriores). Tres salvaciones cuando todo el mundo había condenado a los blanquiazules al descenso de forma irremediable pero que la plantilla quiso demostrar que no era así. He aquí tres ejemplos de cómo se puede salvar el Hércules en esta temporada.


Apunte Quizás una de las cosas que preocupa ha sido la sucesión de malas noticias que han golpeado al club blanquiazul en los últimos días: la crítica evolución del fútbol-base, los últimos resultados del primer equipo, el tema de la iluminación e, indirectamente, todo lo que suena por Guadalajara, Santander o Jerez de la Frontera y que nos recuerda esa frase de “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”