Una
vez analizado el encuentro del pasado domingo, entro a comentar un
artículo que se publicó en EL PAIS hace unos días sobre la burbuja
del fútbol, ya pinchada. Por cierto, curiosamente, no se cita en el
texto los problemas que han ayudado a pinchar la burbuja: los
problemas de pago de ciertos operadoras televisivos, formando EL PAIS
parte de PRISA, una de ellas. Unas tensiones en las arcas de los
clubes que también han ayudado a generar el problema archisabido.
Obviamente, no sólo es eso. También hay asuntos relacionados con
los fichajes de dudosa calidad y que obligan a pensar mal de su
realización.
Para
comenzar, sí que es merecido reconocer una verdad pero matizada:
decía Prada Gayoso - administrador en el R.C.Deportivo de la Coruña-
que gestionar bien un club de fútbol o una S.A.D. porque se sabe de
antemano los ingresos que pueden haber para un ejercicio
deportivo(los ingresos televisivos se saben de antemano, los de
patrocinio y, si hay sentido común, hasta los ingresos por abonos) y
sólo es cuestión de saber gestionarlos sin excesos. Ahora bien, el
matiz lo aportaba, en este artículo, Rubí Blanc cuando hablaba de
lo difícil que es el entorno del fútbol. Incluso, el mismo Vicente
Andreu tuvo que sufrir cómo negaban su profesionalidad por ser
aficionado de un conjunto rival del Levante U.D.(aquí en Alicante se
vivió esa situación cuando se rumoreó la presencia de un dirigente
del Elche C.F. en la comisión que regulará las cuentas del club
blanquiazul). Sin embargo, el verdadero problema llega cuando se
miraba más la tabla clasificatoria que las cuentas del club. Equipos
que, con mala situación económica valoraban la necesidad de echar a
un entrenador o cambiar medio equipo.
Aunque
ya he escrito varios artículos sobre este tema, la solución pasó
por 1995. Cuando la LFP cedió ante las protestas de aficionados
celtistas y sevillistas ,finiquitó toda posibilidad de poder
sancionar deportivamente la mala gestión-no por impago a jugadores
sino un tema de avales- y aportó el primer paso para el desastre.
Luego vino el maná de las televisiones, los fichajes disparatados,
que tuvieron un aliado tremendo: la sentencia de Bosman permitía la
contratación de jugadores con pasaporte europeo. Aunque es cierto
que se debe permitir el libre acceso de los ciudadanos europeos, hubo
mercados que permitieron fichajes de dudosa calidad, la pérdida de
sentimiento del aficionado por su club y cierto cachondeo con el
asunto de pasaportes hasta el punto que el propio Hércules C.F.
llegó a tener uno de esos jugadores en sus filas:Alyson. Los
resultados deportivos tapaban cualquier tema extradeportivo y sólo
el descenso por impago a jugadores podía delatar la mala situación
de varios clubes menores. En este apartado, es justo mencionar el
papel de las administraciones públicas. Curiosamente, la primera
idea, con las S.A.D. ,era que no se repitieran los planes de
saneamiento de los ochenta...y acabó siendo elemento clave en varias
transformaciones en sociedades anónimas de varias clubes, sea por
gestión propia para buscar a los socios, sea por la compra de
paquetes de acciones. Más de un club salvó el cuello esos míticos
“31 de julio”(cuando se desciende si no se paga a los jugadores)
por una mediación de las administraciones públicas vía aportación
de alguna empresa como, por ejemplo, televisiones autonómicas que
echaban un flotador a última hora. Las deudas han ido aumentando a
medida que las tablas clasificatorias iban pasando de año en año.
Una de las claves es la inmensa diferencia-ahora ligeramente
arreglada con la ayuda por descenso- entre jugar en 1ª y hacerlo en
2ª, lo que hace que se apueste muy fuerte, más allá de lo posible,
creyendo que un año más en 1ª puede resolver el problema y ser muy
acuciante si está en 2ª. En esa línea podemos hacer referencia,
igualmente, a esos maletines de última hora. No es una cuestión de
acusación, es simple cuestión de hemeroteca.
Hay
dos matizaciones a lo dicho en el artículo: el primero es la
connivencia de las administraciones con el fútbol(también se podría
indicar que esa situación se da con otras actividades lúdicas como
las subvenciones al cine o las ayudas a la tauromaquia) . Así,
Vicente Andreu indicaba en el citado artículo que “Un Ayuntamiento
no se atreve a embargar la taquilla a un club que no pague el IBI
como haría con una ferretería”. Sin embargo, habría que apelar
que una ciudad, indirectamente, recibe más de un club de fútbol que
de esa hipotética ferretería. Recuerdo que la Cámara de Comercio
de Alicante emitía un informe en 2010 sobre la aportación del ascenso del Hércules
a 1ª en la ciduad y la provincia. La otra es el tema de los aplazamientos y fraccionamientos que
están en la legislación tributaria y que, en cierto sentido, su
situación como acreedor es similar a la de los otros que mencionaba
el artículo:”Si liquidas la empresa se vende el patrimonio y se
reparte entre los acreedores. Pero en el fútbol solo puedes vender
los trofeos, que igual tienen un valor para un coleccionista, y los
futbolistas, que no dan para pagar nada. Así que los acreedores
suelen preferir seguir con la actividad y aceptar una quita”.
Como
dice el artículo, no sabemos lo que pasará con el paso del tiempo.
Lo que sí es seguro es que habrán más obstáculos para que vuelvan
a haber los excesos de antes. Por un lado las dificultades de los
operadores televisivos y patrocinadores va a obligar a cierta
sujeción de gastos ante unos ingresos algo más recortados; por otro
lado, el archimencionado Fair-Play financiero que la LFP quiere
implantar.
Referencias: