domingo, febrero 10, 2013

Entre la fe y la preocupación





Cuando De Burgos Bengoetxea pitó el final del partido, cierta sensación de ilusión se juntó con la preocupación. Era un punto positivo tal como se había desarrollado el juego pero la preocupación llegaba por el hecho de ver que se ha estrechado, dos puntos más, el margen de error. Una cosa es cierta. De haberse jugado hace tres meses este partido, habríamos perdido con total seguridad, vista dicha inercia que llevábamos. Tres a cero en el descanso y a pensar en otro partido. Ayer, el resultado es de esos que no sirven: al Hércules, aunque el punto sea bueno, ve que está en el ecuador de la puntuación de salvación, cuando ya se ha superado el de competición(de 51 puntos en juego, tiene que sumar, mínimo, 26); por otra parte, el Girona C.F. perdía también otros dos puntos en juego y se complica el ascenso directo. Los catalanes, para colmo, desaprovecharon ocasiones claras, por no hablar del penalty parado por Falcón, para haber mostrado la superioridad en 85 de los 93 minutos jugados ayer. Ocho minutos que fueron suficientes para que Edu Bedia, a pase de Paglialunga, marcase el gol del empate. Entre el santanderino y el gaditano forjaron el punto que sus compañeros pudieron mantener a duras penas.

Muy mal comenzaba el partido con el gol de Benja, de cabeza, en una falta lateral ejecutada por Felipe Sanchón. El 1-0, a los tres minutos de juego,  no mostraba nada bueno. Y así fue. La primera parte fue de claro y absoluto dominio local que sólo se pudo ir al descanso disgustado por la mala puntería mostrada una y otra vez. El once blanquiazul se vio sometido, sitiado en su área, y no logró trenzar ninguna jugada en condiciones para ser ejecutada ante la meta de Dani Mallo. Tras el paso por el descanso, Quique Hernández movió banquillo. Con la salida de Nacho González y Adrián Sardinero se ven unos buenos minutos de juego  herculano. Portillo tuvo el 1-1 pero se acomodó mal el esférico y no aprovechó la ocasión. Bedia, poco después, aprovechaba un pase de Paglialunga y, de espaldas a portería, de cabeza, envía el balón a la cruceta, le llega suavemente el rechace y lo aprovecha con Mallo en el suelo. Nacho González tuvo el 1-2. Ocho-diez minutos locos que sirvieron para pensar en una remontada final que no se produjo. El Girona C.F. se recuperó del shock y empezó a generar ocasiones, como en la primera parte, que seguían sin aprovecharse. El penalty realizado por Pamarot puso en peligro el punto pero Falcón acertó la dirección del disparo efectuado por Jandro. Siguió porfiando el conjunto local pero veía que su desacierto seguía persiguiéndolo como en los primeros cuarenta y cinco minutos. Terminado el encuentro, el punto voló para Alicante para hacerse bueno dentro de una semana ante el temible Villarreal C.F., con un viejo conocido en el banquillo: Marcelino García Toral.

Apunte: Ver al conjunto dirigido por Esteban Vigo como colista llama la atención por partida doble: primero, porque no gana desde el 1-5 aquí; segundo, porque el idilio entre el entrenador y la grada desapareció hace unos meses. Un crédito por una salvación exitosa(2007/08) y un ascenso(08/09) que ha desaparecido de forma fulminante.