Decía Inda que había que parar a Messi por lo civil o por lo criminal y la verdad es que ayer se comprobó que, por lo civil, no se puede con este Barça(lo extiendo a todo el equipo) que domina el centro del campo y encuentra huecos con una facilidad pasmosa pero es que también se comprobó que, por lo criminal, tampoco se puede con la expulsión de Farinós con sólo dos faltas, en una demostración evidente de tener el listón bajo para un equipo y alto para otro(ya se sabe que un desplazamiento de balón puede ser considerado como pérdida de tiempo y amonestación que Villa no recibió). Está visto que intentar vencer al FC Barcelona sin hacer faltas es imposible ante la velocidad que da al juego de toque que acaba por llegar tarde a las jugadas. Si a eso le unimos no poder aprovechar las pocas ocasiones de gol, eso hace que perder fuese lo normal. EL FC Barcelona va desplazando hacia atrás a los defensas y cuando pueden marcar el primero y no paran hasta ampliar las diferencias. Del Hércules hay que aplaudir que, hasta los cinco minutos finales, pudo llegar a soñar con tener la ocasión del empate mas jugar con diez y el equipo desbarajustado tenía que dar por resultado un 0-3 justo en la victoria blaugrana pero dolorosamente excesivo.
La verdad es que no eran muchas las perspectivas ante un rival que está haciendo historia(quince triunfos consecutivos con el de ayer), con el conocimiento de las ausencias de Paz y Pamarot que son los centrales titulares. El once de Guardiola salió a vencer por la vía rápida y opciones tuvo para materializar el 0-1 en cualquier momento, vía chut de Xavi desde la frontal o incursión de Messi. Del Hércules no hubo mucho noticia pero, en verdad, hasta el 0-1 de Pedro la mejor ocasión la tuvo un remate de Trézéguet que se fue fuera por poco tras prolongación de Valdez. Con la mente en llegar igualados a cero, la prioridad era no encajar el gol pero un fallo de marcaje dejo al canario cara a cara con Calatayud y lo batió cuando el descanso anunciaba su presencia. En la segunda parte, la prioridad se acentuó aunque ello no impidió que los rivales tuvieran sus ocasiones aparte de un gol anulado por fuera de juego. Con los cambios que ubicaron a Farinós y a Cristian en el terreno de juego se quiso recuperar balón y pases más precisos ante Valdez y Trézéguet sin apenas intervención tras el descanso. La expulsión de Farinós, unido a que sustituyó a Fritzler terminó de desactivar al Hércules en el centro del campo y las llegadas a las inmediaciones de Calatayud aumentaron considerablemente hasta lograr el segundo y el tercer gol en apenas tres minutos de diferencia y con superioridad numérica. Ahora sólo queda desear que el Barcelona de Guardiola siga superando a los rivales del Hércules con la misma contundencia para que lo de ayer no tenga efectos clasificatorios.
Apunte Muy triste fue pasar ayer por las inmediaciones del hotel Amérigo y ver la conglomeración de aficionados para ver el autobús blaugrana y la "contaminación" acústica en forma de gritos apasionados. Y ya no digamos la celebración de los goles como si fuera el mini Camp Nou.