La polémica generada por la última jornada disputada y que estuvo en duda hasta el jueves pasado se debió a un desliz que la propia LFP cometió en el pasado verano. En aquel momento incluyó el día 2 de enero como jornada de Liga cuando había un convenio suscrito desde julio de 2008 en el que fijaba a las claras que el período vacacional, durante el cual no podía programarse un partido oficial, era del 23 de diciembre al 2 de enero. Claro y cristalino hasta cierto punto pues la AFE no movió un papel hasta última hora, a pesar de que el calendario era conocido desde mayo en su configuración general. Tiempo ha habido para haber instado cualquier proceso que hubiera evitado un conflicto como éste que ha tenido que solucionarse cuando quedaban apenas tres días para que rodara el esférico. La decisión tomada por la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional salvó la jornada pero no la imagen de una competición que se saltaba convenios y por un sindicatos de futbolistas, que con la razón en la mano, no la han sabido defender, actuando considerablemente tarde.
El tema atañe además a un asunto como es el del horario navideño para jugar partidos. El peso de la Premier League incluyendo hasta tres encuentros de Liga(jornada 18ª el día 26/dic, jornada 19ª el día 28/dic y la jornada 20ª el día 1/enero) en el tiempo en que la LFP descansa ha sido un valor muy reconocido en los medios de comunicación. Cierto es que la Premier es una rara avis cuando, en otros países, lo normal es un mayor período de descanso. Sin negar que preferiría más la calma latina(en Italia, del 19 de diciembre al 6 de enero, en Portugal descansan tres días más que los transalpinos). Hace unos años surgió la polémica con las selecciones autonómicas ya que tomaban estas fechas navideñas haciendo ver al aficionado, indirectamente, que un fútbol de competición al estilo de la Premier League no debería tener problema cuando se aceptaba por los futbolistas disputar estos encuentros, parando su merecido descanso. Con todo, me alegra que no haya jornadas de Liga en fin de año, como ocurría antaño, porque se pierde un poco ese ambiente festivo que debería rodear el fútbol con la presencia de los aficionados en el estadio; en esas fechas, lo normal era jugar ante sus fieles y poco más ya que los simpatizantes de un equipo(los que compran entradas) como aficionados del conjunto visitante acababan por no acudir al estadio por las diversas molestias que conllevaba una noche que, sin ser la de vísperas de Navidad, tiene ese punto de festejo del año nuevo.
Con esta polémica supongo que habrá algún problema para que se renueve el convenio a finales de mayo de 2011 por otros tres años. La AFE ha perdido una batalla que tenía ganada desde mayo del año pasado pero seguro que pondrá en dificultad futuros convenios. De todos modos, la respuesta deberá ser rápida ya que el plazo para denunciar el convenio será, al menos, de cuatro meses antes de su finalización.
Apunte Como indiqué en algún que otro comentario anterior, hace años los medios criticaban a la ACB cuando ponía unos horarios tan poco uniformes y que eso no beneficaba al baloncesto patrio, tildando la poca seriedad de esta asociación de clubes. Entre ayer y hoy, los ocho partidos de octavos de la Copa del Rey se han jugado en ocho horarios deportivos. ¿Qué es eso, entonces? La televisión reina de forma exagerada en el mundo del fútbol y, tarde o temprano, se verá lo perjudicial que es este modo de actuar.