viernes, octubre 01, 2010

Imposible de imaginar

Si alguien comenta en 1992 que ese partido Getafe-Hércules , que acabó con resultado de 4-2, se iba a disputar 18 años después en primera división, diríamos que era imposible de imaginar. No por el club blanquiazul, pues son habituales sus pasos por la élite cada década, pero sí por el del área metropolitana de Madrid que su máximo logro hasta entonces era haber disputado una promoción para ascender a 2ª, donde militó el Getafe Deportivo antes de desaparecer tras el descenso de 1980. Aquel encuentro parecía uno más de esas "minas" que pululan por el fútbol de bronce español, cierto que con más nivel que otros de aquella irregular temporada 91/92 donde los herculanos visitaron Leganés, el que era el rival del conjunto azulón. No se volvieron a ver las caras ambos clubes hasta la 94/95 y 95/96 en la que empataron a cero ambos rivales en partidos nada destacados por su juego. La última aparición del Hércules por Getafe fue en 2001, en la novena jornada de aquella temporada. El empate a dos en aquella matinal dominical, aquel gol de Edu García homenajeando a Herculanos Sin Fronteras,etc. Aquella ocasión fue, como decimos, la última porque el club madrileño despuntó a 2ª aquella temporada, subió en 2004 con Yosu Uribey comenzó a estabilizarse con Quique Sánchez Flores y, sobre todo, Bernd Schuster que fue el que lo llevó a la gloria de una final de Copa del Rey en 2007, antes de irse al Real Madrid. El equipo que todos daban por la perita en dulce, el condenado de antemano en 2004 inicia la séptima temporada en 1ªDivisión, ha llegado a dos finales y ha emocionado a toda España con aquella eliminatoria ante el todopoderoso Bayern de Munich. Sin duda, un ejemplo, detrás de él está el filial en 2ªB.

Ese "savour faire", esa capacidad de acierto con los entrenadores en los últimos tiempos y que le ha llevado a ser un conjunto en el que se fija la gente: un sólo cese, el de Víctor Muñoz en la temporada 2008/09, y con varios cambios de entrenador por un motivo de elogio: todos fueron fichados por una entidad relevante: así, a Quique lo fichó el Valencia CF, a Schuster el Real Madrid aparte de la decisión de Laudrup de no seguir en 2008, quizás aún con el shock de la eliminación con los alemanes y la derrota en la final ante los ché, quizás cuestionado desde los medios por algunos de sus planteamientos. Ese es el rival de este Hércules que está siendo protagonista mediático de estas semanas primeras de competición en la élite tras sus triunfos ante los dos contendientes de la Supercopa de España, FC Barcelona y Sevilla(me da que a Antonio Álvarez le pusimos la soga tras ganar en el Camp Nou, tras perder ellos 4-0 tres semanas antes, y con la victoria ante los hispalenses, quitamos el apoyo para que la soga hiciera su efecto deportivo...y fuera cesado): Que Calatayud sea aplaudido por sus actuaciones como la del Camp Nou, La Romareda o el partido ante el Sevilla CF; que Trezeguet sea denominado el mejor jugador de la jornada para AS el lunes pasado; que Drenthe vaya de menos a más. Todo, la verdad, era imposible de imaginar hace 18 años...e, incluso, hace dos meses y medio cuando se supo el calendario. Un empequeñecimiento, no hacia los méritos de la plantilla, sino porque hemos estado trece años fuera de la élite y eso afecta engrandeciendo a nuestros rivales...sin motivo alguno, quizás.


Apunte Sorprende el error de caer en el tema de la cláusula de Dani Bautista y que puede obligar al club a pagar un millón de euros más el pico de la prima por ascenso del Hércules a Primera a su club de origen, el Recreativo de Huelva. Un derecho de tanteo que tenía la entidad onubense para traspasos o cesiones y cuyo evento importante era la notificación al club de origen para que ésta actuase según sus interereses-muy seguramente, para no contratarlo pues sólo es un derecho preferencial pero que no obliga al club andaluz- pero que será suficiente si las autoridades no aceptan como tal la notificación pública de jugador transferible en junio de este año. Dos meses estuvo el Recreativo sin hacer movimiento alguno por acercarse a su ex jugador.