Posiblemente, alguno haya visto esta película; puede haber gustado o no pero tiene su pequeño filón en forma de mensaje que va más allá de la importancia táctica: ese factor humano que puede desequilibrar igualdades...o igualar desigualdades. Suena a estrámbotico mas se puede explicar: puede hacer que un futbolista sea más resolutivo y pueda romper diferencias aprovechando que su estado de ánimo; pero también puede hacer que un equipo modesto sea capaz de llevarse por delante rivales que harían de la comparación David contra Goliat un duelo "nivelado", por ejemplo, el famoso "Alcorconazo". Si se recuerda la película, todo comienza con los primeros pasos de Nelson Mandela tras cumplir su condena y salir libre; posteriormente, la película da el salto al año anterior al Mundial de Rugby en Sudáfrica en 1995. Se ve en la película a la selección sudafricana que, aparte de cuestiones raciales que se comentan al principio del film, iba cosechando derrotas y comentarios crueles de los medios de comunicación. En un momento determinado, Mandela ejerciendo de presidente comienza a vislumbrar que la mejor manera de unir a su población separada por el apartheid era el triunfo de la selección. Para ello encontró en François Pienaar el mejor aliado para conseguir los objetivos. Hay una escena en la película que es reveladora: como se logra convencer desde arriba que el combinado sudafricano diera clinics entre la población: poco a poco fue uniendo al pueblo y al equipo hasta el punto que esa animadversión hacia los "Springbocks" . Así, poco a poco fue produciéndose una escalada de resultados y apoyo de la afición local hasta el punto de lograr superar a los "All Blacks" de Nueva Zelanda cuando se les daba como favoritos a los visitantes. El triunfo sudafricano pudo tener efecots positivos pero, en el aspecto deportivo, proporcionó la enésima lección de que el factor emocional tiene más fuerza que el físico o el táctico. A nivel más doméstico, recuerdo una historia que se cimentó en la temporada 92/93 cuando el entrenador del conjunto de Pilar de la Horadada se decidió a mandar cartas a sus jugadores y motivarles de forma personal hasta el punto de ser un factor más en la victoria del conjunto local al Elche CF en esa temporada.
Como hemos comentado una y otra vez, el Hércules está en una tesitura en la que se ve que el tema psíquico ejerce un poder superior al táctico y al físico. En el apartado táctico, el Hércules ha intentado diferentes modos de llegar hasta arriba pero los jugadores no desbordan(no olvidemos que se iba sin banda derecha) y con la única esperanza puesta en el criterio ofensivo de Peña; en el aspecto físico, la imprecisión o la falta de confianza puede provocar que el jugador no logre automatizar ese desborde sino que lo pruebe sin acierto. El equipo necesita crear ocasiones de gol, necesita materializarlas y, sobre todo, ganar. Todo esto que parece evidente, no lo parece tanto cuando se ve el juego y las necesidades del Hércules Cuando el Hércules marcó el 0-1 por autogol de Barkero, temía lo que podría pasar, que el CD Numancia ,como así ocurrió, empatase. Daba por hecho que si el Hércules marcaba, iba a temer perder la ventaja ganada porque es lo que sucede a los equipos con una racha tan terrible como la que sufre el equipo. El empate llegó demasiado pronto pero, afortunadamente, impidió que el palo fuera más gordo. Encajar el gol del empate en la prolongación hubiera sido muy duro; es más, haber evitado el gol del 2-1 con la intervención de Calatayud puede haber cambiado la cara de la gente. Es lógico que ésto lo pueden arreglar los jugadores pero bien estaría que el resto diéramos nuestro punto de apoyo e infundirlo. Ya sé que la gente está cansada de peticiones como ésta pero es que otra actitud no va a ser mejor.
Apunte Casi es preferible que todos estemos igualados en la tabla clasificatoria y que nadie se escape en la tabla clasificatoria. Obviamente, no se está cayendo en la hipocresía ni en la contradicción. Cuando se estaba líder, lo lógico era que la distancia del 4º con el 3º fuese grande pero, estando en la posición en la que se está, mejor que la distancia sea mínima a la espera que cambie el viento y ya vaya a favor.