Será que estuve viendo el viernes pasado "Juegos de Guerra" pero esa historia del "Defcon", que determinaba el grado de alerta ante un conflicto nuclear, me apareció en mi mente cuando salí del estadio. Pensaba que la clasificación, a pesar de los seis puntos de diferencia, se estaba estrechando tras los triunfos de los perseguidores en la tarde de ayer y el segundo tropezón herculano no sólo veía reducir distancias sino, además, las malas sensaciones que la derrota ha generado. Como se decía sobre el FC Barcelona, el "Cagómetro" ha subido varios grados. La derrota ante la UD Las Palmas pudo haber sido más dolorosa si no fuera porque los canarios se encontraron de sorpresa con varias ocasiones para marcar-aquel fallo de Pamarot que, también es justo decirlo, arregló a media pues evitó el gol pero no el saque de esquina- y, lo peor, no se veía peligro de verdad salvo en dos ocasiones a lo largo del partido: el remate de Del Olmo que fue al poste y una parada del cancerbero visitante. Por lo demás, era un "quiero y no puedo" en el que llegaban a la portería rival casi esperando a la jugada a balón parado para marcar ese empate a uno que en la propia triangulación. ¿Pudo empatar el Hércules hoy? Habría tenido su opción de haber pitado Gil Manzano el empujón a Tote.¿Habría merecido ganar?. Lamentablemente, se puede decir que no. Hoy por hoy, es un equipo que está muy necesitado de que la suerte vuelva porque lo de hoy no tenía nombre.
Que un entrenador esté obligado a hacer el segundo cambio del partido en el minuto 27 ya es para pensar en lo que dejé escrito el viernes pasado acerca del famoso "tuerto": en el minuto 13 Abraham Paz debía dejar su puesto a Pamarot sin saber en el actualidad la gravedad o no de la lesión del central gaditano; poco después, Delibasic sufría un problema en el hombro y, aunque se mantuvo un tiempo jugando, Portillo ya estaba calentando para jugar. En ese tiempo, el equipo que parecía enchufado desde el principio se fue desdibujando hasta el final del encuentro a pesar de sacar a Cristian en la segunda parte. En un fallo de Calatayud al no lograr blocar bien el balón(¿dejó caer la bola creyendo que el colegiado pitaría falta por carga de Rondón?), los canarios colocaban el 0-1. Salvo los dos o tres sustos que tuvieron más cerca el 0-2 que el 1-1, el Hércules fue a por la meta visitante pero sin claridad alguna, esperando ese retruque que llegara a las inmediaciones de Tote o de Portillo y que sólo bastase empujar levemente el esférico. La tarjeta amarilla a Tote fue el fiel reflejo del desquiciamiento del once blanquiazul, esa protesta que nunca se sabrá si fue el motivo por el que luego no se pitara esa pena máxima. Sin embargo, el empate habría sido bastante peligroso pues haría olvidar el partido que se ha realizado. Esta mañana se ha activado el DEFCON-3. Que no baje al 1 porque será una señal peligrosísima de una temporada quizás echada a perder.
Apunte Menudo estreno que ha tenido Luis César Sampedro como entrenador del Nàstic de Tarragona. Un set que le hizo el Levante UD (6-1) al club tarraconense con un dominio impresionante de principio a fin.Y cuarto gol que marca Rafa Jordà con la zamarra blaugrana, mala suerte que no haya triunfado cuando estaba con la camiseta blanquiazul.