Que hay una ligazón que une el fútbol y la televisión es algo que no se puede negar. Casi desde la aparición de la TVE en España, el fútbol ha sido junto a las corridas de toros dos espacios en los que la audiencia era segura para la incipiente emisora. Durante años, los españoles han visto fútbol en la televisión, lo han considerado como algo normal. La llegada de las televisiones autonómicas a mediados de los ochenta aportó un nuevo elenco de canales que emitían fútbol destacando la aparición a través de la "caja tonta" de la competición de Segunda División desde principios de los noventa. Asimismo, desde 1989 se dio el pistoletazo para la aparición de los canales privados Antena 3, Telecinco y, sobre todo en este campo, Canal + que fue la que innovó aquel partido dominical de las siete de la tarde, codificado. En 1992, la llegada de Antonio Asensio dio un nuevo salto: se jugaría un partido por la noche del lunes con las cámaras de Antena 3. Curiosamente, la presencia del Hércules en la temporada 96/97 en la liga de las Estrellas tuvo tres episodios considerables en el terreno mediático: los citados partidos del lunes, el estreno del famoso "pay per view" y la ley 21/1997 que se denomina el interés general de determinados encuentros deportivos y que está en boca de todos. Esta ley es la que consolida el pasado histórico con el presente y futuro mediante la obligación de la emisión de un partido en abierto en la jornada liguera, a parte de otras competiciones. También regula, entre otras cosas, el derecho de los medios de comunicación a la información deportiva.
Esta es la Ley que se quiere derogar tanto por la Liga de Fútbol Profesional, también metida en la guerra de la "Ley Beckham", como por Jaume Roures, dueño de Mediapro. La tienen entre ceja y ceja, la hacen responsable casi de todos los males del fútbol hasta el punto de que el citado Roures estimó en 100 millones el importe que los clubes pierden por emitir en abierto. Lo curioso es que durante estos dos años últimos, nada se mencionó cuando se llegó a retransmitir tres y cuatro partidos en abierto en un fin de semana. El importe resulta excesivo pues la emisión en abierto también aporta ventajas: por ejemplo, se supone que la publicidad se incrementa sabido que hay mayor público que vea los partidos; también en capacidad de ganar nuevos adeptos a la competición. Por otro lado, considero por mi parte que el fútbol debe demasiado a las administraciones- no sólo Hacienda y Seguridad Social- por todo el apoyo que les ha aportado cuando han ido las cosas mal. El partido en abierto es, quizás, el medio más idóneo para que los clubes den a los ciudadanos-contribuyentes lo que tanto han recibido incluso por su propia supervivencia como organización deportiva. Obviamente, no tengo mucha confianza cuando hay una fuerte relación de afinidad entre dicha empresa y el Gobierno de España pero espero que el fútbol acabe siendo agradecido a quién, una y otra vez, le ha salvado el cuello.
Apunte Dos "manos" han sido famosas en los últimos cuatro días: la de Nano el domingo pasado en el Rico Pérez y la de Thierry Henry ayer en Saint Denis.Una no fue(aunque insisto que su error fue hacer el ademán del puño) mientras otra fue doblemente descarada. Una dejó de ser sancionada por el comité de competición mientras otra...ni siquiera lo será.