Aquiles, Dios nos guarde de versiones hollywoodienses de la historia, era un semi-dios griego hijo de la ninfa Tetis, y el humano Peleo, es cierto, que en aquella época y mundos, las relaciones inter-especies entre dioses y humanos, no estaban muy bien vistas pero, teniendo en cuenta, que a los pretendientes de Tetis (Zeus y Poseidón), se les pronosticó que el fruto de esa unión sería más poderoso que ellos (y no estaban por la labor, claro), no sólo vieron con buenos ojos aquello, sino que la obligaron a unirse con un mortal, y así se quitaban un problemilla de encima.
Como las madres sólo quieren lo mejor para sus hijos, Tetis, sumergió a su hijo Aquiles en el río Estigia para darle el don de la inmortalidad, claro, que debió coger a su retoño como un salchichón, porque se dejó fuera el talón, único punto débil que a la postre, supondría su muerte al ser atravesado con una flecha envenenada durante la guerra de Troya.
El Hércules (otro semi-dios) ha demostrado en sus partidos domésticos que es un equipo que sabe mover a sus rivales, que trata bien el balón y que es mortífero de cara a portería, pero tiene su talón de Aquiles particular, que son los partidos a domicilio, donde se transforma radicalmente y le cuesta un mundo crear juego, y no digamos ya marcar goles.
El partido contra el Huesca, seamos justos, no era para haberlo perdido; pero tampoco para haberlo ganado. Está claro que a estas alturas ya los rivales nos tienen estudiados, y en este sentido Esteban tendrá que poner soluciones a esos marcajes especiales que ejercen sobre Farinós y Tote, tapando así la salida del balón, el resto de conclusiones sobre fichajes y presupuestos son discusiones estériles que sólo sirven para nada, salvo para crear ansiedad al equipo. Estoy convencida de que este partido servirá de punto de inflexión para mejorar el juego y los resultados fuera del Rico Pérez.
Con todo, el equipo permanece en posiciones de ascenso, lo que quiere decir que sus rivales tampoco andan muy finos, es más que probable que este año el ascenso se decida en los enfrentamiento directos entre aspirantes, como el que tendremos el próximo domingo en el Rico Pérez frente al Numancia, me decepcionaría mucho que, siendo el partido por la tarde, la gente adoptara una actitud resultadista y no acudiera a prestar su apoyo al equipo, cuando es ahora cuando más lo necesita, insisto en mi mensaje, hay que ser maduros en la derrota porque se perderán más partidos. Pero antes del partido del domingo, no se olvida que hay compromiso copero contra el Almería. La Copa del Rey es una competición bonita para los equipos modestos, porque te da la oportunidad de medirte a otros de superior categoría, pero llega un momento dentro de una temporada en el que hay que establecer prioridades, y es una competición que puede llegar a ser un auténtico engorro, no vería con malos ojos hacer un papel digno y cesar nuestra participación, para poder centrarnos en lo que realmente nos interesa.