Serie mítica de los ochenta donde las haya, vamos, que sin ella no se entiende la ciencia-ficción actual, y que ya forma parte de mi DVDteca particular (hasta que por dictados de la tecnología, se convierta sin remedio en Blue-Rayteca, y luego ya veremos en qué... odio las multinacionales). Dudo que alguien no recuerde su argumento ya que, junto con “Verano Azul”, ha sido una de las series que más veces se ha repuesto en la parrilla televisiva, pero por si acaso, un breve resumen: Una visita extraterrestre aparentemente pacífica por parte de unos alienígenas, también aparentemente humanos y llenos de buenas intenciones. Nada mas lejos de la realidad. Resulta que los extraterrestres lo único que quieren es “llenar la despensa” y, de humanos, no tienen absolutamente nada porque, en realidad, eran una especie de lagartos...(en fin, la bomba para la época) A partir de ahí, los guionistas ya hacen y deshacen a su antojo: Unas veces las cosas salen bien para los héroes de la resistencia; otras mal; y otras simplemente perfectas como el sábado pasado en el Rico Pérez. No es que fuera un partido excesivamente brillante, a pesar del resultado, pero con el valor de que el equipo sacó la garra y la ambición que le faltó la semana pasada. El resultado fue que el público salió, salimos, con una sonrisa de oreja a oreja. Si es que no puede ser, no aprendemos que “piel de lagarto” debemos tener para comprender los cambios de humor de nuestro Hércules, ese cambio de humor que forma parte de la idiosincrasia de este club, y al que deberíamos estar acostumbrados. Es curioso cómo pueden cambiar las sensaciones de un partido a otro. Al final, será verdad eso de que pasar de héroes a villanos es más bien sencillo. En cualquier caso, estos últimos partidos son una muestra evidente, de la irregular campaña que estamos llevando este año, y en la que tan pronto damos la de cal; como la de arena
Por cierto, “V” es la “V” de “Victoria”. Ojalá siga la racha en Tarragona