El enésimo capítulo del culebrón “Pérez Montero, el árbitro” se volvió a visionar en el Rico Pérez el domingo pasado. En esta ocasión, el argumento era el penalty pitado cuando la falta se produjo un metro antes de entrar en el área grande. Uno de tantos capítulos de un mal serial y que, por parte del colegiado, ojalá sea el último. Dicho de otra manera: muy mal debe estar el arbitraje español si este colegiado sigue en esta categoría por los méritos mostrados. Cinco partidos son suficientes para ver que a un árbitro como este andaluz la segunda división le viene absolutamente grande. Y no es el Hércules el único pagano de su forma de arbitrar: Tenerife, Las Palmas, Real Murcia(2006/07), Ponferradina(2006/07) son algunas de las “víctimas” de este señor que tuvo la suerte de la poca afluencia de espectadores en el Rico Pérez y la indiferencia que se vive últimamente en Alicante mas no se olvida que en aquel Hércules –Sporting tuvo que salir con escolta policial y se hubiese repetido de haberse jugado algo serio. Ese no es el deseo que comentaba en el título, sencillamente la constatación de un hecho que se habría repetido.
Un deseo que en otras ocasiones se ha cumplido con creces y que resumo en dos nombres de infausto recuerdo: Carolina Doménech Ceballos e Iván Bleda Monteagudo, dos colegiados para olvidar y que vieron frustradas sus carreras tras pitar al Hércules. La balear tiraba por la borda las opciones de ascenso a segunda tras un mediocre arbitraje en Terrassa en el que mostró la peor faceta que puede tener un colegiado: arrepentirse muy pronto de una decisión anterior. A la expulsión de un jugador local se respondió con otra visitante en el plazo de dos- tres minutos. El que llevaba el informe de los colegiados vería algún defecto más de esta colegiada que le cortó las alas por mucho que luego protestara Carolina de que se le boicoteaba el paso por ser mujer. El otro aún sigue mostrando su línea habitual en la tercera división manchega creando, como no, los mismos espectáculos” como los creó en su día cuando pitó aquel Hércules- Figueres en la temporada 2002/03 y que provocó que saliera con ayuda de los escudos policiales y se viviera en la puerta 0 algunos de los momentos más tensos que se han vivido en el Rico Pérez. Ellos dos vieron su trayectoria cortada, ojalá Pérez Montero se una a la fiesta y sea uno de los “elegidos” para arbitrar partidos de 2ªB el próximo año. Si no es así, ojalá los daños sean mínimos en la 2008/09 y que eso pase por pitar al Hércules una vez como Pino Zamorano.
Apunte Ver fantasmas es lo normal en este tramo de la competición. Fantasmas del descenso que hacen que un equipo como el Cádiz firme a Julián Rubio por tres partidos, o fantasmas por el ascenso que hacen que, desde la prensa gijonesa, se criminalice a un jugador tinerfeño por creer que “ayudó” en la victoria donostiarra.