Visto el programa deportivo que me infligí el domingo pasado, he llegado a la conclusión de que el “sillonball” debería ser disciplina olímpica, es impresionante lo cansada que puede una llegar a quedarse después de estar tanto tiempo sentada.
Pero es que la tardecita fue impactante: que si la fórmula 1, que si el partido de 2º B, que si el partido “extra” de primera televisado, que si la final del Masters de Miami (pobre Rafa), que si el partido radiado del Hércules ... ¡pero que suerte tiene mi churri de que me guste el deporte!... eso sí, acaba una agotada de tanto esfuerzo.
Por cierto y hablando del partido del Hércules, a punto estuvo el domingo pasado, nuestra querida Santa Faz de hacer una de las suyas en Anoeta, cuando Sendoa adelantó al Hércules frente a la Real Sociedad pero, claro, acabar así el partido me temo que habría sido demasiado hasta para ella, y en dos minutos fatídicos la realidad se abrió paso en forma de remontada txurriurdín, es que no nos duran nada las alegrías. Si es que no puede ser, no hacemos nada más que pedir, y solo a cambio de unas pocas rozaduras y/o quemaduras solares (me abstengo de decir madrugar, en el momento que mento las quemaduras solares, no tiene sentido hablar de levantarse pronto, ni tan siquiera los rollitos y la mistela son motivación suficiente ante la posibilidad de hacer callar el despertador unas horas más).
Y el sábado (por obra y gracia de la televisión) nos visita el Castellón, en un partido del que realmente no sé qué pensar, porque esta temporada me está resultando ciertamente desconcertante, y cualquier cosa se puede esperar, lo que si es seguro es que va a ser un partido de alta tensión. En fin, como diría un francés que conocí..tout c´est posible.
