Se suele decir que la solución llega cuando se reconoce el problema. Tras unos meses en los que los proyectos aparecían uno tras otro para desvelarnos cuál sería el Rico Pérez del siglo XXI, otros tantos para no saber nada hasta que, al final, se decidió por una mezcla de Lamela y Subarquitectura-N6 y del que no se sabe más que la decisión de iniciarlo en la primavera de 2009. Lo importante es que se ha dado el paso principal para arreglarlo. Los diferentes arquitectos han podido ver los defectos de un estadio al que no se ha hecho los debidos trabajos de conservación. Se ha visto lo que muchos aficionados hemos manifestado a lo largo de estos años: unos aseos inquietantes- ¡como para tener “problemas”!-, con goteras que hacían que, por ejemplo, en la grada de preferente cubierta, durante los tres años en los que fui abonado en esa zona del estadio, hubiera charcos cuando la gente paga por no mojarse; también se iba a mirar otras cuestiones más relacionadas con la estructura del propio estadio. En sí, era algo que muchos esperábamos leer y/o escuchar tras tanto boato.
Ante todo, hay que dejar una cosa clara. Es necesario realizar tales obras pero también es que ello nunca ha sido óbice para lograr eventos como, por ejemplo, la selección española. Mucho se ha dicho que el estadio no estaba en condiciones para recibir, por ejemplo, al combinado español pero ello no es cierto cuando otras sedes muestran un estadio parejo, por no hablar de peores. El estadio no es que esté en un estado bueno pero sí que es mejor que hace, por ejemplo, siete años cuando un España-Liechtenstein tenía lugar en este Rico Pérez. Se mantienen unos problemas pero otros se mejoran. El ascenso a Segunda le vino bien al feudo herculano: las cabinas se dignificaron(al menos, así consta en los medios de información de julio de 2005), ya no están esos odiosos espacios en blanco que había tanto en buena parte del fondo norte como en parte del fondo sur, el célebre marcador ha mejorado respecto al anterior- aunque siempre se tendrá la sensación de que no lo aprovechan ni al 20%-, aquel césped fue colocado nuevo y pudo aguantar tanto el encuentro internacional como aquel Hércules-Hospitalet con lo que no sería de extrañar una mejora similar en caso de que se repitiera; el entorno, dentro de lo que cabe, también ha mejorado en comparación con la última vez que hubo un encuentro de España; así, por ejemplo, ya no están las chabolas que estaban en la zona colindante con el fondo norte, la escalera que conecta la avenida de Novelda con el estadio. El primer paso ya se ha dado, ahora falta llevar a cabo los principales arreglos estructurales y, por último dotarlo de una nueva imagen.
Apunte Los nervios siguen atenazando esta categoría de plata. Tras el cese de Eizmendi en la Real Sociedad y el de Paco Jémez en el Córdoba CF, llega el de Antonio Calderón tras perder ante el Xerez. Las próximas semanas podrían dictar sentencia alguno más.