El pasado, el turbulento y nefasto pasado de Sergio Sánchez, el cancerbero del Sporting de Gijón y exherculano, le ha jugado mala pasada en estos días previos al encuentro ante el Hércules en lo que supone su regreso al Rico Pérez. Salvo accidente de última hora o que Manolo Preciado tenga a bien dejarlo por tierras asturianas, el regreso de Sergio Sánchez a Alicante le llevará al mismo sitio con el que acabó como herculano, en el banquillo. Su trayectoria fue más larga de lo esperado según sus primeros segundos vistiendo la camiseta herculana: jugó diecisiete partidos en la 2005/06 pero, en buena parte, disputó tal cantidad de partidos porque Moso, portero que le quitó la titularidad en la cuarta jornada por aclamación generalizada de la afición, se lesionó de cierta gravedad en la rodilla y porque Jimmy Schmidt no cumplió con las expectativas habidas. Su actuación se pudo resumir en una habitual inseguridad que hacía que los murmullos se percibieran cuando el esférico iba por su zona o en las jugadas a balón parado. La expulsión ante el Xerez fue su despedida de los terrenos de juego con la camiseta herculana. Entró en convocatorias pero Moso, recuperado, volvió a ser titular. Desde entonces, el portero fue de un sitio para otro: no lo fichó nadie al inicio de la temporada pasada, cuando en diciembre le llegó la oportunidad del Melilla aceptó el fichaje para desdecirse posteriormente. Acabó la temporada pasada jugando en el Ado den Haag, equipo de la Eredivisie o primera división holandesa; si bien el equipo estaba medianamente condenado al descenso, su participación fue “gloriosa” recibiendo 24 goles en 9 partidos.
Llegaba el momento en que el portero tenía que venir a Alicante. Se le esperaba, al igual que Kike Mateo, con ciertas ganas pero poco se imaginaba la gente que el cancerbero iba a soltar unos comentarios que han acabado molestando de tal manera que el club solicitó a la comisión antiviolencia que estudiara el caso. Muy posiblemente no habrá sanción ni motivo hay para ello. Los comentarios han sido equivocados por el momento en que los dijo(la semana antes del encuentro) pero, en cierto sentido, en algunos de esos comentarios no iba errado y, en ningún momento se lee/escucha insulto alguno hacia aficionados, jugadores o directiva. Las críticas han sido duras pero innecesarias. La respuesta a esas críticas era la esperada por la afición: recordar sus nefastas actuaciones con el Hércules, recordar como se pidió a gritos la suplencia para el portero asturiano, esa última expulsión que fue, además grotesca y ejemplo evidente de lo que encuentros casi para olvidar. No nació expresamente Sergio Sánchez para vestir la camiseta herculana, más bien al contrario su paso por el Hércules merece el título de “para el olvido”. Sus comentarios no han beneficiado al equipo al que pertenece ya que han servido para echarle más leña al tema. De toda esta historia se quedará un jugador que tuvo que callar y una directiva que se precipitó a la hora de tomar una decisión(denunciar a la comisión) cuando no había motivo para ello. Hoy, como hace un año, el Hércules y Sergio Sánchez son dos partes que no se quieren ver ni en pintura.
Apunte A partir de mañana, habrá un nuevo artículo que se publicará entre el viernes y el sábado. Estará escrito por mi compañera “blogger” Dolores López Muñoz, articulista en la revista Globalón, que se encargará de dotar a este blog de cierto toque de socarronería alicantina