Ayer, en la rueda de prensa, Andoni Goikoetxea comentaba que su mayor ilusión sería reencontrarse con el equipo en el que militó desde aquel 1975 lejano. Su sueño, 24 horas después se hacía realidad y el equipo vizcaíno ha sido el emparejado con el Hércules. Sus motivos en verdad eran bastante convincentes e iban más allá del tradicional comentario de la motivación. Ese problema de taquilla que muchos achacábamos a la lejanía del rival no es tal, sino que hay un buen colectivo de aficionados vascos que irían a ver a su equipo, aparte del esperado aumento de presencia de aficionados locales. Si para el entrenador es un partido especial, para Sendoa, Unai Alba y Javi González también es un encuentro especial por lo que supone volver a pisar un terreno de juego donde estuvieron con mayor o menor suerte. Por su parte, en Bilbao el partido se espera con expectativas, obviamente, de pasar si es posible sin sufrir. Tal como ha empezado la temporada el Athletic, las esperanzas de arreglar la temporada pasan primeramente por Alicante. Es en esa tensión del equipo blanquirrojo donde se puede sorprender y hacer daño.
Este partido contiene en su interior además un pequeño pero doloroso recuerdo. Tras 10 años sin pisar el césped del Rico Pérez, el Athletic vuelve a Alicante a jugar un partido de competición oficial. En su día fue el último equipo que jugó en Alicante en la Liga de las Estrellas. El Hércules venció en aquella calurosa tarde de junio de 1997 por 3-2, eso sí después de colocarse tres a cero en la primera parte. En aquel Athletic se despedía Andrinúa y en el Hércules, Parra jugaba su último encuentro. Desde entonces, lo sabido, mucha desesperación en categorías fuera de la élite, en la que los episodios iban a ser esporádicos. Desde el adiós a la Primera División, el Hércules ha podido recibir en pocas ocasiones a un equipo de la División de Honor en competición oficial: Racing de Santander, Villarreal, Mallorca o Real Zaragoza. Lo positivo de estas presencias es que el equipo no perdió en ninguna de ellas, si bien el equipo groguet fue el único al que se eliminó. Porque ese debe ser el único objetivo en Copa, llegar con esperanzas reales a San Mamés y luego se verá. El Athletic no es un equipo al que se le esté dando bien la Copa en los últimos tiempos: no sólo no la ha ganado en los últimos 23 años sino que sus estropicios han sido impactantes en algunos casos y, sólo en un par o tres de ocasiones se ha acercado a semifinales. Por ello, un buen resultado sería interesante y para ello valdrá la extramotivación que tendrá el equipo para lucirse e intentar dar la sorpresa.
Apunte Entre las eliminatorias se observa curiosamente un duelo que a los demás no les dirá nada probablemente pero que encierra una circunstancia interesante: el Espanyol se reencontrará con el Deportivo de la Coruña, el rival que tuvo en semifinales hace dos años y que es dirigido por el mismo mister que ganó la Copa con el equipo periquito.