Que sí, que la cosa está muy mal, y va para peor. Sin ir más lejos a mi novio le robaron la cartera el otro día. Menos mal, que dinero, lo que se dice dinero, no llevaba, así que sota, caballo y rey, no ha tardado más de quince días en aparecer, ella y la documentación, y eso que fue en Albacete. Eso sí, la sensación de que se han reído en tus narices, tarda en desaparecer. Ya le digo yo muchas veces que eso de llevarla en el culete, es un mal negocio para los tiempos que corren, pero dónde si no. Es que uno ya no está seguro ni en su casa... ni el Rico Pérez, y no digamos ya fuera.
No me gusta hablar de los árbitros, porque siempre he pensado que es la excusa del llorón... pero quien estuvo en el estadio el sábado sabrá de qué estoy hablando. Estoy hablando de tres goles anulados.. y un penalty de hachazo en el área a Tote, que además habría supuesto la expulsión del portero del Sporting, y el ingreso en el campo del otro protagonista inesperado de la semana...hay gente que está mejor con la boca cerrada.
Podríamos considerar, que lo del sábado fue un hecho aislado, pero es que llevamos ya cinco semanas sufriendo arbitrajes de escándalo. Es el turno de los que creen en las teorías conspirativas, la fama de paranoicos no se la va a quitar nadie, pero les quedará el consuelo de que, al final, Mel Gibson en la película de idéntico nombre, tenía más razón que un santo. Así las cosas, no hace falta que continúe la competición, que los puestos de ascenso están ya asignados.
Siempre nos queda el derecho al pataleo (pocas personas saben que esta expresión, proviene del derecho que tenían los alumnos en las aulas para dar patadas en el suelo durante clase, y así poder calentarse).
Y entre conspiraciones judeo-masónicas abordamos un doble enfrentamiento con el Alavés, en copa en el Rico Pérez , y en liga en Mendizorroza, en el reencuentro con un viejo conocido de la afición, que si sigue los pasos que llevaba en el Hércules, a estas alturas todavía no tendrá clara la alineación que va a lucir. Que nadie se lleve a engaños, me espero un árbitro complaciente en copa, y otro golpe de gracia en liga.
Con todo el Hércules (y nosotros con él) tendremos que endurecer el corazón y aprender a sobreponernos a estas circunstancias, a no cometer errores y a sacar los partidos a pesar de los árbitros.