jueves, octubre 11, 2007
Aclaraciones
Juanma debuta en el Rico Pérez
Un partido puede ser bueno por varios motivos. Es cierto que el encuentro de ayer no fue brillante en comparación con el vivido ante el Sporting de Gijón o el de Numancia en Copa del Rey pero tampoco fue tan pésimo cómo se quiere hacer ver. El rival, muy del estilo Uribe, durmió el encuentro y el Hércules, con la ventaja en el marcador, cayó por momentos en una tendencia de imprecisión que no fue buena. El juego no fue bueno, es cierto, pero hubo motivos por los que se puede apreciar algo de lo acontecido ayer: Unai Alba, salvo el gol del Alavés, estuvo bien aunque el Alavés fue romo en bastantes ocasiones sin llegar a atemorizar tras el 1-1; César comienza a ser resolutivo en las jugadas estratégicas: su gol fue brillante, un testarazo tal que el balón se alojó en las redes de forma evidente; por último, Ariel Montenegro demuestra que cuando más cerca está del área más incisivo es, posiblemente el centrocampista con mejor llegada a portería que tiene el Hércules. Lleva el argentino dos goles en Liga y otro en Copa del Rey y su nivel habitual es la decena de goles en competición liguera. Su gol de ayer, quizás no con mucho estilo en el control del balón, fue perfecto cuando estuvo delante del cancerbero y, con sangre fría, no falló en el momento de materializar el segundo tanto. Otro jugador activo fue Ismael; el gaditano no destacó mucho a la hora de jugar por banda pero tuvo sus ocasiones delante de la portería de Ardouin, pudo haber sentenciado antes de que Aganzo empatase.
Sobre los aspectos negativos, aquellos que convierten un encuentro bueno en discreto, hay que insistir en dos, uno concreto y otro abstracto: el concreto consiste en la lesión de Kiran Bechan, fruto de la mala suerte, al tropezarse en el centro del campo, sólo, y ser sustituido mientras los aficionados vaticinaban un esquince- el holandés estaba intentando que las cosas fueran bien; el aspecto abstracto consistía más en que el tiempo ha pasado y los suplentes no terminan de convencer a Goikoetxea y eso hace que pierdan frescura, confianza, lo que a la larga le pueda afectar al diferenciarse a los titulares de los suplentes. Así, Graff estuvo flojo y, por tanto, Albacar no perderá su puesto; Juanma no consiguió compenetrarse con Javi González y lanzaba en largo de forma excesiva. Quizás lo que más se notó fue en el centro del campo donde De los Santos y Manu no conseguían dar con Piti y, para las pocas ocasiones en que hubo conexión, el delantero no conseguía acertar con el control o veía como el asistente del árbitro levantaba el banderín de fuera de juego. Sobre los fallos en defensa, ayer apenas se notó la diferencia a pesar que hablamos de una zaga diferente a la de Liga.
El mejor momento, cinco minutos que valieron la pena, se vivió tras el tanto de Ariel. Después del 2-1, el argentino disparaba desde 35 metros y escorado pero muy bien dirigido hasta que el cancerbero vitoriano evitaba el tercer gol; un minuto después, era Piti quién disparaba desde la frontal del área y no entraba por poco. Lo bueno de haber ganado ayer ha sido romper la trayectoria negativa del equipo en casa(dos derrotas) y, al menos, ganar cuando no se juega de forma espléndida. Sufrir y ganar, vamos.
Apunte La FIFA ha decidido extender la mediocridad al anunciar que en el Mundialito, que se jugará en diciembre, habrá hasta cuatro asistentes para el colegiado: a los dos de línea se les añadiría otros dos de los que aún no se conocería su función. Lo único positivo ha sido la introducción del balón “inteligente”, que ojalá fue el primer paso a la única solución para el arbitraje: la ayuda de los medios audiovisuales en la toma de decisiones.