Esa fue la impresión a lo largo del encuentro, desde el primer minuto hasta el último de un encuentro ante un flojo Ascoli, de la Serie A italiana, que no pudo resarcirse de la derrota ante el Nàstic del día anterior. No quiero indicar que el triunfo herculano fue por el penoso rendimiento del equipo italiano sino que fue producto del sistema desarrollado por Bordalás que, con el control del balón y la presión donde debe realizarse, cortó las alas del equipo italiano. El resultado quedó corto tanto en el guarismo del equipo herculano como el excesivo obtenido por un Ascoli que sólo se acercó con algo de peligro al principio, dos penas máximas rigurosas y un mano a mano que Aragoneses resolvió fríamente. El Hércules no logró más goles porque delante estaba un histórico como Pagliuca que evitó lo que pudo pero el vendaval era imponente. Pero hubo un aspecto que puede ilusionar y que no deje esto como flor de un día: la lucha constante, que se reflejó en una jugada en la segunda parte en la que Juanlu pierde el balón, presiona al que le quitó el balón y lo recupera al instante. Esa es la presión que lleva adelante a un equipo.
Del equipo quedan varios aspectos que comentar: la portería parece estar bien cubierta con los dos porteros como ya se ha dicho y escrito por los herculanos- el saque de Agassa es imponente pero no insistió-; la defensa es flojita en comparación con las otras líneas por la sencilla razón de que la media y la delantera han mejorado ostensiblemente mientras que la defensa apenas se ha tocado(dos laterales izquierdos nuevos y un central que no es mejor que Schiavi; la media impone porque tiene la firmeza de De los Santos(o Turiel que no lo hizo mal en la segunda parte), Montenegro puede hacer olvidar a Cámara con su capacidad ofensiva- al igual que el ex jugador blanquiazul, tiene una gran potencia de disparo- , Mantecón puede ser un filón con pases como el que dio a Xisco(2-1) y la banda derecha y la izquierda han ganado incisividad a la hora de enfilar la defensa rival; por último, la delantera está reformada y se ha ganado en opciones más allá de colgar balones a Moisés: este Hércules hará mucho daño al contraataque, lo que impedía rendir en los desplazamientos la temporada pasada. Este año se ha configurado igualmente, un excelente banquillo que puede cumplir en las ausencias que tenía en el año pasado(ni Sisi ni Kike Mateo encontraron en Navarrete ni Patri un buen rival). Calandria, Piti, Moisés son alternativas interesantes pues Xisco Nadal se mereció ayer la titularidad con su tanto, con los que no logró porque Pagliuca evitó la humillación del Ascoli. Con todo, hay un jugador que se merece un gran aplauso: Tote. El jugador madrileño, que se presentaba el miércoles y debutaba ayer, estuvo bastante participativo con muy buenos pases que sólo el hecho de no conocerse entre los jugadores impidió mejores resultados; si hubiera entrado ese intento de vaselina habría sido objeto de grandes aplausos a un jugador que , en apenas un cuarto de hora, mostró una mejor intención que Carlitos a lo largo de la segunda vuelta de la temporada pasada.
Apunte Incluso hasta aficionados escépticos han mostrado una euforia que demuestra que el jolgorio y la alegría del resto no estaba sobrevalorado.