El de esta tarde es un encuentro con interés y mucho morbo. Cara a cara, se encontrarán dos jugadores que, sin tener relación lógica entre sí, darán un plus al duelo de hoy: por un lado, el caso del portero uruguayo, del que se escribió el jueves pasado, que debutará con la camiseta herculana; por otra parte, Gabriel Rosu, el delantero rumano que tuvo pie y medio en el Hércules y que no recaló en el club herculano al no poder, el equipo onubense, contratar a Iván Rosado, su natural sustituto. Ellos pueden ser algunos de los protagonistas de un partido en el que el equipo blanquiazul debe romper la trayectoria de los últimos tiempos. Ante el equipo local, Mandiá intentará una pequeña revolución consistente, mayoritariamente, en llevar al banquillo a Moisés y Kike Mateo. Otro que ve como pierde la titularidad es Urbano Santos; cederá su puesto a Schiavi, el central procedente del Boca Juniors, y que, paradójicamente, pasará de jugar contra el Olimpo- última jornada de la Apertura 2005- a jugar con el Hércules. Será cuestión mitológica esa curiosidad del destino.
Más allá de estas referencias, el partido de esta tarde debe suponer una mejora en los resultados. El sábado pasado mostró al equipo que se desea ver y al que no se desea. En la primera parte, el equipo tuvo bastantes ocasiones para haberse puesto por delante y sólo las paradas de Álvaro evitaron que el Hércules se colocara por delante del marcador; en la segunda parte, especialmente tras el tanto catalán, el equipo terminó de descomponerse y los diferentes delanteros trataron de hacer la guerra por su cuenta: el ímpetu de Sisi y Miguel "moría" ante el autobús tarraconense, la conexión entre los delanteros y Moisés era más inexistente que nunca, Kike Mateo no se encontraba. Por ello, todo parece indicar que un delantero algo más dinámico que Moisés, Toché, podrá tener su ocasión de mostrar que está capacitado para liderar el ataque herculano. El delantero murciano tendrá la oportunidad que ya no tendrá Jordi Martínez; el "coletas" no pudo soportar quedarse fuera de la convocatoria y ,unido al hecho de jugar en un puesto nada cómodo para él, ha preferido pedir la baja y regresar a tierras catalanas para jugar en el mítico Sant Andreu que, cosas del destino, jugará el próximo domingo en el Rico Pérez ante el Alicante.
Apunte La peor noticia ha sido el fallecimiento del que fue la gran promesa del fútbol alicantino en los años sesenta, Ramón,a la edad de 59 años. Ese corazón, que le impidió fichar por el Atlético de Madrid al no pasar el reconocimiento médico, se paró anteayer y se llevó consigo a un jugador que marcó una época en el herculanismo.