Esa es la única conclusión de lo acontecido en Novelda el domingo pasado. El equipo ya comenzaba la semana pasada con sensibles bajas como Carlos Pérez y Miguel; la lista de bajas se incrementaba a lo largo de la semana con Mora y Cámara aparte de la continuidad en la enfermería de Sisi y terminó con la trágica noticia de la muerte del padre de Nano en la madrugada del propio domingo- se vislumbró la posibilidad de suspenderse el partido- y que, lógicamente, supuso la evidente ausencia de última hora. Así pues, con seis bajas y el golpe anímico, el equipo afrontaba el encuentro ante el equipo marmolero, necesitado de ganar para evitar el "farolillo rojo". No hay que negar la evidencia de que el partido no era fácil por lo que suponía de motivación extra noveldense y, al final, se comprobó lo esperado en un campo tradicionalmente adverso. La derrota vino acompañada de dos decisiones arbitrales y algún gesto antideportivo que otro. Una derrota que pudo ser victoria de haber pitado penalty en la jugada en la que Merino era derribado por Roca, guardameta local, unos minutos antes de que se desnivelara el empate por parte noveldense; incluso el gol de la victoria pudo venir de una falta previa a Máyor cuya única crítica fue el gesto antideportivo de no tirar el balón al estar tendido el jugador en el suelo, independientemente de que la jugada fuese falta o no, ya que el defensa local sí que golpea al extremo herculano después de tocar el esférico.
La derrota ha roto la gran marcha que llevaba el equipo pero ha supuesto algunos aspectos positivos: necesidad de un jugador puesto que una victoria hubiese confirmado al Consejo y al director técnico de que no hacía falta fichar a nadie por lo que la derrota, esperemos, les abriría los ojos y acudiesen al mercado; aunque sea anecdótico, la historia del Hércules ha demostrado que ciertas derrotas vienen mejor que victorias porque permiten poner los pies en el suelo y evitan euforias desmedidas; necesidad de que varios jugadores- por ejemplo, Tarrés, que volvía a disfrutar de minutos- vayan cogiendo ritmo ya que es necesario que estén en forma cuando se requiera. La derrota llegó con un margen de cuatro puntos sobre el 5º, se mantiene la distancia y el equipo afrontará el próximo partido con la posibilidad de dejar fuera de la carrera al Levante B- quedarían a ocho puntos ya que el goal-average particular será difícil ganarlo- en un partido clave antes del partido del Collao.
Apunte Del ostracismo al estrellato. Marzo será el mes que recuerde el canterano Máyor. Debutó como titular la semana antes contra el Peralta(última jornada de febrero), dos goles y titularidad en el último partido ante los ampurdaneses. Se ha convertido en el jugador comodín para Mandiá, suple dignamente a Sisi y a Nano y parece que será un jugador que venga bien para la competencia en el once.