jueves, marzo 06, 2008

Un apoyo de ley

El domingo pasado, con ocasión del encuentro entre nuestro Hércules y la Unión Deportiva Salamanca, ya esbozaba la situación considerablemente grave que se vive en la ciudad castellana acerca de la subsistencia de su club emblemático. Unos días después, ya libres de lo deportivo, quisiera ampliar la información sobre un equipo, una afición a la que apoyar en estos momentos duros. Y esa petición la hago porque sabemos lo duro que es estar pendiente de la dramática situación económica del club de toda la vida; nosotros lo vivimos en el verano del 2000 cuando el club estuvo casi a minutos de desaparecer. Por aquel entonces, una plataforma de aficionados herculanos surgió para darle todo el apoyo a la institución en tan dramáticos momentos. También se recibió el apoyo de seguidores de otros equipos. Ahora, casi ocho años después, se ha olvidado todo lo mal que se ha pasado en el Hércules pero no así otros clubes. Como aficionados, aparte de la bonita rivalidad de querer ganar el uno al otro, hay otro componente: la solidaridad entre las diferentes aficiones y que el apoyo anímico dé fuerzas a otras para superar los inconvenientes que sufren. La historia que os paso a contar la sabéis, más o menos, porque es lo de siempre: una mala gestión, unas secuelas y unas soluciones complejas…y, por medio, el esfuerzo de sus socios y simpatizantes por arreglar el desaguisado.

Según informaciones de primera mano que he recibido, gracias a un aficionado salmantino, todo comienza en la temporada 98/99. Hidalgo, máximo accionista del club, había apostado por una gestión de contratos largos y, sobre todo, costosos con el fin de mantenerse en la primera división tras salvarse de jugar la promoción de descenso en las últimas jornadas de la temporada anterior. Sin embargo, aquella temporada se torció pasado febrero tras el cese de Russo. Yosu Ortuondo y Lobo Diarte no pudieron evitar el descenso. Como todo club que desciende, el primer año en la segunda división urge el ascenso y la presión es impresionante. El equipo alcanza el ecuador de la competición con una solvencia tal que es candidato al ascenso; con 41 puntos, a nueve puntos del 4º, Sporting de Gijón, y a 14 del Villarreal CF; con esos números el ascenso es lo más evidente…pero no. Un bajón inexplicable frustraba el ascenso a pesar de intentar a última hora recuperar el camino perdido. Las temporadas iban pasando y el equipo no lograba salir de la segunda división mientras que la deuda seguía creciendo y los ingresos por televisión eran mínimos ,por no decir nulos, por culpa de un pleito con las televiones. Aquella temporada 2004/05 fue negativa para el club en el aspecto deportivo- curiosamente, dos técnicos que se han sentado en el banquillo herculano como Felipe Miñambres y Andoni Goikoetxea llevaron al club al descenso en el mismo año que en Alicante se celebraba el ascenso- aunque seguramente, la situación institucional pudo tener su relevancia. La suerte aciaga mutó en favorable y el ascenso llegaba al primer intento en 2ªB, lo cual no es fácil y aquí lo sabemos tras 5 y 6 años consecutivos en cada etapa en la división de bronce. El año pasado, la apuesta por el buen fútbol hizo de la Unión un equipo agradable de ver con ese tridente Quique Martín-Braulio-Vela mas la situación económica seguía siendo grave: a base de cesiones y jugadores libres, procedentes mayoritariamente de la segunda B es el única opción de reforzarse. A finales del año pasado, Stelea denunció al club. Aunque todo trabajador tiene derecho a cobrar sus emolumentos, el problema es que ha agravado todavía más la situación económica, a parte de la deuda con instituciones públicas. Aunque la Ley Concursal es una opción que han probado otros clubes deportivos, la primera solución que barruntaron fue la permuta del propio estadio Helmántico aunque esa solución se ha visto superada por otras opciones como la propuesta por el PSOE, por ejemplo, de recalificar los terrenos y construir el complejo deportivo. Todo dentro de un complejo problema institucional por el hecho de que el estadio no está en Salamanca sino en una ciudad cercana como es Villares de la Reina, con lo que hablamos de dos corporaciones locales diferentes.

Desde hace un par de meses ha surgido una plataforma de aficionados cuyo nombre es ”Salvemos a la Unión” y que se ha ido reuniendo con diferentes políticos de la ciudad para tratar de ver la mejor solución para un histórico. Desde aquí, mi ánimo a esta plataforma y a la que espero que muchos herculanos nos unamos por el bien del fútbol. Si tanto hablamos de apoyar a los históricos, éste es un buen momento para el apoyo a una afición que sufre lo mismo que lo hicimos nosotros.

Macho Hércules
HALA UNIÓN