Día a día, hora a hora, minuto a minuto. En cualquier instante cambia el devenir del club blanquiazul. Si ya es habitual pasar de la desesperanza a la ilusión y viceversa en el terreno de juego, las noticias extradeportivas siguen su propia trazada sin encontrar sentido en lo que ocurre. La penúltima-porque nunca se sabe cuando ocurrirá la "última" -fue la decisión del presidente Jesús García Pitarch de solicitar a los acreedores Aligestión Integral, Cívica o Procumasa que renuncien a las cantidades que el club les debe. A cambio se les ofrecería que cambiasen deuda por acciones y así mejorar la situación patrimonial del club. Tras la situación en la que se había quedado la deuda de estos acreedores-catalogada judicialmente como subordinada-, este giro es sorprendente en personas que habían solicitado, recientemente, que el estado de su deuda pasara de subordinada a general u ordinada pero que no fue estimada.
Partamos de un primer punto de partida y que se resumiría en una situación patrimonial negativa de 29,4 millones de euros (pag.20 del informe del profesor de Economía Financiera y Contabilidad Dr. José María Gay de Liébana), con unas cifras que reflejarían un estado evidente de quiebra en el ejercicio 2009/10; posteriormente, dos hechos relevantes como la ampliación de capital social por 17,4 millones de euros o el comentario del presidente sobre los desfases de la temporada 2010/11(25 millones) y 2011/12(4,5 millones) provocarían un agravamiento mayor de la situación patrimonial. En ese punto, lo lógico debería haber sido que las deudas de estos acreedores se hubiesen condonado en su momento, lo que habría permitido aliviar tanto la deuda como el equilibrio patrimonial. Sí, es fácil hablar de perdonar deudas, pero también hay que recordar que la afición no pidió presupuestos de 20 millones de gastos cuando los ingresos apenas superaban los 5 millones, cantidades puestas(página 43 del citado informe mencionado en el enlace). Como se dice en ciertos lares "que paguen la fiesta", pues de esto hablaríamos. Sí, no entraría dinero en las arcas pero sí liberaría recursos futuros que no irían a pagar una deuda excesiva. Condonar deuda o cambiarla por acciones permitiría mejorar la situación patrimonial, aunque sólo sería un paso minúsculo en todo el trabajo por arreglar el desaguisado de las cuentas del club.
Una vez que se realizó el procedimiento concursal, se valoró cierta deuda como aportación de los socios, estos acreedores estimaron oportuno recurrir la situación de la citada deuda hasta ver que la desestimación les ha dejado con ciertas dificultades de cobro. La decisión de García Pitarch sería,pues, la lógica en su momento. Ahora bien, el problema fundamental parte de una situación en la que Enrique Ortiz está viendo que su imagen está siendo vapuleada en la ciudad, que nadie en el herculanismo desearía verlo de vuelta. Esa decisión de cambio de deuda por acciones significaría el regreso del empresario constructor a primera línea de fuego- aún está pendiente la calificación del concurso que también tiene visos de ser culpable-, cuando la afición desea que el IVF tome pignoradas las acciones de la fundación para cambiar el club por dentro-si bien, el mensaje desde Valencia apunta hacia el estadio José Rico Pérez-, por lo que la decisión del presidente, obviamente, no ha sido bien acogido por lo que supone para el club.
Por último, un matiz: esperemos que, desde la LFP, la monitorización de la situación del club sea la correcta. Una vez más, recordar que, dentro de dos ejercicios futbolísticos(2012/13 y 2013/14) entrará en funcionamiento el procedimiento sancionador y, en ese momento, el club debe mostrar una imagen que no sea desastrosa y que empuje a la LFP a expulsar al club del mundo profesional.
Apunte Uno de los motivos por los que duele el empate de Francia ayer fue por el hecho de que se veía venir tarde o temprano y no se vio reacción alguna. El fallo de Juanfran es anecdótico, lo lamentable fue la pérdida del esférico en el saque de esquina previo.