Reconozco que, en cierta medida, buscar una mejora defensiva que frene la facilidad rival de marcar goles es importante pero hay otra más necesaria:resolver los problemas ofensivos para materializar las escasas ocasiones que suele tener el equipo en sus encuentros.Ese pensamiento de "la mejor defensa es un buen ataque" también se debería tener en cuenta por parte del técnico lucense. Bien sea porque es necesario tener el control del partido-que es difícil, porque no se tiene jugadores con esa cualidad, como antaño ocurría cuando Farinós estaba al 100%-, bien sea porque las ocasiones se tienen que generar con delanteros a los que le cuesta un mundo marcar ante la portería rival. Aprovechar las jugadas a balón parado, buscar un fútbol más directo, quizás, donde se busque finalizar la jugada. Antes, un delantero podría aprovechar una de cada tres ocasiones pero,en esta temporada, se ha decidido apostar por delanteros cuyo mayor repertorio de goles en un año pasó más de un lustro. Portillo o Braulio han sido delanteros de 4-6 goles anuales. Si a eso le unimos que la segunda línea no parece que tenga el gol como ocurría con Calvo(8 goles), Míchel(13 goles) eso hace más complicado el procedimiento ofensivo.Y eso sin hablar de la efectividad goleadora de Samuel Llorca.
Por mucho que se intente buscar la mejoría en defensa,los goles acabarán entrando. Es imposible dejar la meta a cero-más, cuando se ve la intranquilidad en la zaga- por lo que es fundamental encontrar, también, la senda del gol. Buscar un mayor acierto sólo pasa por generar ocasiones. Uno de los principales problemas de estas semanas es que la derrota llega con la sensación de no haber logrado cambiar las tornas, de buscar la reacción(no se ha remontado ninguno de los encuentros perdidos). Cuando hay limitación ofensiva en los delanteros, la segunda línea necesita también coger el protagonismo. En definitiva, se tiene que entender que si el equipo necesita cinco-seis ocasiones para marcar un gol, se debe aumentar esa proporción de oportunidades. Algún día se acertarán más, habrá más suerte(por ejemplo, el segundo gol ante el Girona C.F.) y en otras habrá menos suerte pero, al menos, que no se pueda decir que no se ha intentado. Hay que entender, además, que la inercia del equipo también influye en la puntería. Cuando hay nerviosismo, la suerte se estampa ante la madera-sólo hay que acordarse como el Cádiz C.F., en aquel encuentro "famoso" de 2008, mandó cuatro balones en postes y larguero y acabó bajando-, lo que hace que se deba seguir porfiando por el gol. Cuando no se tenga el balón, la defensa es primordial. La diferencia en los partidos igualados estará en la suerte...y para eso hay que comprar "boletos".
Apunte: Queremos dar unas palabras de apoyo a Manuel Ruz. El jugador, que vistió la zamarra blanquiazul durante las temporadas 2008/09 y 2009/10, sigue arrastrando la mala suerte que ya tuvo aquí(problemas musculares, esguinces y, finalmente, la lesión que le produjo Guilherme) allá donde va. Le pasó cosas del mismo estilo en Tarragona y, en Jerez de la Frontera, un problema de gemelos y, finalmente, una pericarditis.