Habrá que agradecer a Urko Vera, a Felipe Sanchón y a la desafortunada delantera catalana(excepto Coro) por no torcer el sentido homenaje que hizo la afición blanquiazul a uno de esos jugadores que marcan una época...y eso que estuvo sólo tres años. Incluso desde el primer minuto parecía que se quería resolver el encuentro por la vía rápida pero el lanzamiento de Carlos Calvo, desde la frontal, se fue fuera por poco. La siguiente llegada sí tuvo premio pero lo fue para el conjunto visitante. El 0-1 de Coro amenazaba con recordar la derrota ante el Nàstic, dos semanas antes. A cuentagotas, el Hércules buscó el empate con ocasiones que se marchaban por nada, el tiro cruzado de Urko Vera, los remates de Mora. Lo que preocupaba era la sensación de peligro que los gerundenses lograban cuando mediaban por la zona de tres cuartos. Sin duda, antes del descanso, se hubiera merecido llegar al empate como mucho pero el 0-1 fue el resultado cuando Amoedo Chas pitaba el final del primer tiempo; hasta ese momento, muy leve música de viento, algún que otro pitido de desagrado.
Con Diego Rivas fuera del equipo y la entrada de Tote se entró en una nueva dinámica que, para un aficionado imparcial, consideraría como emocionante e interesante. En cuatro minutos locos se asiste al empate de Urko Vera tras un disparo desde la frontal, el 1-2 de Coro, de cabeza, tras un pase preciso por banda derecha y, poco después, centro bombeado de Míchel y , de nuevo, el "7" marcó el segundo gol del equipo. Sin duda, fue el gol más importante de lo que parece, igualó pronto una situación que era nueva- ponerse el rival por delante al instante del anterior empate supone un mayor golpe anímico- y con la grada lamentándose, pensando lo que había costado empatar para ponerse por debajo tan pronto. Ese 2-2 fue importante y, aunque no cortó la reacción blanquirroja, permitió ir para arriba y culminar la reacción en honor al "5" homenajeado. El centro de Sardinero y el remate casi en plancha por parte de Sanchón puso por delante al Hércules C.F. y sólo era buscar el contraataque. Cierto que pudo ser también 3-3 pero lo normal era acabar con ese 3-2 que reflejaba el marcador hasta que un pase de Abel Aguilar lo recogió Sanchón y culminaba un gol que daba toda la tranquilidad del mundo. Incluso, en los instantes finales, Míchel tuvo dos ocasiones para lograr ese quinto gol que, quizás, hubiera sido un excesivo castigo.
Tuvo el homenaje un jugador que se lo mereció durante el tiempo que estuvo en este club. Desde el ramo, la camiseta y la bandera croata-que pusieron correctamente después-, el minuto de silencio y ese aplauso generalizado en el minuto 5-aparte del vídeo que se emitió dos veces en la tarde de ayer(una, a 25 minutos antes de empezar el partido, y la otra vez en el descanso)- que, esperemos, el club mantenga y que no sea flor de un día.
Apunte Por goles no será. Desde el último encuentro ante el Sporting de Gijón en la temporada pasada no ha habido ningún partido que haya acabado con el 0-0 inicial. En casa, los tres últimos encuentros han acabado con una media de cinco goles en cada uno...con lo que no se comprende la espera hasta poner el 1-1 en el marcador cuando ya debía estar acostumbrado a poner goles.