jueves, abril 05, 2012
Catarsis
Entre las descripciones que contiene la palabra ”catarsis”, en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, yo me quedaría con la tercera acepción: “Purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda”.
Siempre he pensado, y como yo, creo que más de un herculano, lo ha hecho igualmente, que este club funciona a base de catarsis para salir adelante: impagos, escándalos deportivos, institucionales, todas esas circunstancias han generado, hasta la fecha, un instinto de supervivencia pocas veces visto en un club de fútbol, pero también es verdad que el Hércules, no es un club de fútbol normal. No me gustaría pensar que la catarsis que verdaderamente lleve al Hércules, de una vez por todas, por el buen camino, sea precisamente la que acabe con él.
Algunos han buscado falsas catarsis, removiendo lodos antiguos o, tal vez, no tan antiguos, sobre otra que ya fue en su tiempo, buscando despertar a una masa social, no sé si dormida o rendida ante una situación institucional y económica extremadamente grave. Sin embargo, todo tiene su momento y su lugar en este mundo, y el no saber elegir bien esas circunstancias, no sólo no causa el efecto deseado, sino que lo único que consigue es empeorar las cosas, y desde luego, el haber esperado tiempo para intentar provocar una situación, que ya fue, puede estar sometido, cuanto menos, a diversas interpretaciones sobre sus verdaderos fines.
La catarsis tiene que ser un acontecimiento espontáneo, inesperado. Un acontecimiento que provoque un estado de “shock” emocional colectivo. No hace sino unas horas, que hemos tenido conocimiento de la noticia desgraciada del fallecimiento de Dubravko Pavlicic, un jugador excepcional que, por su bravía, dejó una huella imborrable en el sentimiento herculano. No está bien decirlo, pero quizás esta desgraciada noticia genere la catarsis necesaria para que toda esta espiral negativa que flotaba alrededor del equipo se disipe, vuelvan las cosas a su sitio, y podamos todos unir esfuerzos en pos del bien del equipo. Algunos ya lo han bautizado como “El Espíritu de Pavlicic”, ya que nunca daba un partido ni un balón por perdido, sólo hay que creer en ello y seguir hacia delante.
Pero también es cierto, que la perseverancia en este club, nunca ha sido la nota característica. De las anteriores suspensiones de pagos, no aprendimos nada, y nuevamente nos encontramos en esta situación; La catarsis de la temporada 2010-2011, generó un cambio en la directiva, que a su vez ha provocado una vuelta al Status Quo, espero, y deseo, que esta catarsis no quede en saco roto y que verdaderamente “El Espíritu de Pavlicic” permanezca en la grada de forma definitiva, cuanto menos, que aflore cuando más necesario sea para el equipo. Macho Hércules