No es un artículo del año pasado, al que seguro que le puse el mismo título, sino un artículo en el que pongo de manifiesto el hecho de tener en el recuerdo a ese par de delanteros que realizaron una labor ardua para conseguir que el Hércules subiera a Primera División. El balcánico no pudo renovar su contrato hace más de un mes entre comentarios enojados por la palabra dada. En el caso del rumano, aquel fax mandado hace dos semanas en el que resolvían el contrato dejaba a Danciulescu con la cara entre sorprendida e igualmente molesta. Así, de buenas a primeras el conjunto se quedaba sin dos referentes ofensivos. En aquel momento, se pensaba que se tendría no sólo las ideas sobre el tipo de delanteros sino además estuvieran ya contratados. Pero llevamos un mes y seguimos sin ese par de delanteros, con Samaras y Güiza en las antípodas y el paraguayo Valdez un poquito más cerca que los dos arriba mencionados. Sobre Sergio García ya no comento nada porque es tan irrealizable que es difícil de plantear. Danciulescu volvió al Dinamo de Bucarest mientras que Delibasic sigue sin equipo aunque con el coche con el GPS en dirección a Huelva.
Un mes después de aquello, estar sin más delanteros que Portillo no es un suicidio pero sí un cierto grado de ansiedad ante la ausencia de fichajes en esta ubicación importante, decisiva. Mientras que tarden en llegar los fichajes, el recuerdo de estos delanteros en la afición se acabará haciendo más intenso. No sería por la cuestión de goles pero sí por la labor que realizaban el uno hacia el otro en cuestión de desmarcajes mutuos que se hicieron más fuertes durante las jornadas que estuvieron juntos en la delantera. Miraba el otro día los goles del ascenso y miraba los goles, algunos fáciles(los dos de Elche) pero otros de combinación entre ambos(los goles ante el Girona en casa y en Montilivi. Cada día seguiremos viendo tiras y aflojas en las negociaciones de los delanteros pero el recuerdo de la doble D seguirá ahí hasta que sus sustitutos puedan borrarlo a través de goles.
Un mes después de aquello, estar sin más delanteros que Portillo no es un suicidio pero sí un cierto grado de ansiedad ante la ausencia de fichajes en esta ubicación importante, decisiva. Mientras que tarden en llegar los fichajes, el recuerdo de estos delanteros en la afición se acabará haciendo más intenso. No sería por la cuestión de goles pero sí por la labor que realizaban el uno hacia el otro en cuestión de desmarcajes mutuos que se hicieron más fuertes durante las jornadas que estuvieron juntos en la delantera. Miraba el otro día los goles del ascenso y miraba los goles, algunos fáciles(los dos de Elche) pero otros de combinación entre ambos(los goles ante el Girona en casa y en Montilivi. Cada día seguiremos viendo tiras y aflojas en las negociaciones de los delanteros pero el recuerdo de la doble D seguirá ahí hasta que sus sustitutos puedan borrarlo a través de goles.
Apunte El viernes pasado fue el día en el que se estrenó tanto la camiseta nueva-demasiado sencilla, será porque echo de menos a Astore- como el primer encuentro de pretemporada donde el Hércules marcó dos goles en Santa Pola...y acabó empatado a uno. Cierto es que aún quedan fichajes por venir pero había resultados...y resultados.
