Es tradición en este país, comer uvas a cada toque de campanada de año nuevo. Está tradición, a pesar de lo que he escuchado en alguna cadena de televisión (que es parar hacérselo mirar), no nació por una crisis en la producción de uva; sino por un exceso en la producción de la misma, que suena bien distinto, y como había que dar salida a tanta uva, pues se inventaron esto.
Yo confieso que soy algo tramposilla la noche de fin de año, y es que me elijo las uvas más pequeñas del racimo, vamos, las que casi se podría decir que son proyectos de uva, y no hace falta ni masticarlas, no digamos ya pelarlas, para que vayan para adentro. Pero este año me ha salido el tiro por la culata porque, víctima del marketing, un familiar acabó comprando unas uvas que vendían en una conocida cadena de supermercados, como el invento transgénico del siglo: uvas sin pepitas. Bueno, aquello más que uvas, eran perdigones verdes, y tras un conato de atragantamiento, mejor decidí arriesgarme a vivir un año peligrosamente víctima de voodoos “uvículas”, que empezarlo precisamente en la UVI con una traqueotomía. Acabé un poco tarde, pero bien.
Algo parecido debió pasarle al Hércules en Albacete. Empezó con un atragantamiento masivo en el centro del campo; y acabó torero en la segunda parte, apuntillando al equipo manchego en el último minuto, con un gol de Sergio Rodríguez, que viene a marcar lo es la dinámica este año (...y que no diré porque se gafa). De hecho este gol, me recordó al marcado por Pablo Calandria (por lo postrero del minuto en que se marcó), hace unos años, también en los minutos finales de aquel partido, y que viene siendo ya una especie de tradición cada vez que se visita el Carlos Belmonte.
Este gol tiene más importancia de la que pueda suponer en un principio sumar tres puntos más, porque implica también haber empezado el año ganando después del parón navideño, porque supone haber ganado tres puntos fuera del Rico Pérez, y porque esos tres puntos unidos al empate del Betis y Rayo Vallecano, supone dejar al cuarto a 7 puntos, e ir ampliando el colchón....y el empate de la Real supone el liderato provisional..¿es o no es para ilusionarse?
Por cierto, se me olvidaba comentar, que Papá Noel se ha portado trayendo a Portillo, estoy segura de que, como si no estuvieran suficientemente motivados ya, esta incorporación va a aumentar la competencia de una delantera que ya asusta.
La semana se presenta cargadita de partidos. Por un lado, el partido contra el Osasuna en Copa; y por otro, nuevamente un partido trascendental contra el Cartagena. Para ambos encuentros solicito, una vez más, que la gente acuda al campo, que lo que estamos viviendo ahora es demasiado bonito como para hacerlo con unas gradas desangeladas