Comentaba ayer Joseph Blatter, presidente de la FIFA, que la Interpol era un socio perfecto contra las apuestas en internet, ese absurdo "Apuestagate" que ha bautizado Marca. Desconozco si fue antes o después, pero defendió un fútbol sin tecnología porque, como él dice, "Un fútbol con demasiado avances técnicos haría imposible el debate, y el debate es fútbol". Sí, como las mismas argumentaciones que dicen los árbitros para negarse a que la tecnología entre donde debe entrar, donde tanto se juega y que no puede estar en manos de unos amateurs-aunque tampoco iba a hacer nada la tan cacareada profesionalización de los colegiados. La realidad es que, cada dos por tres, asistimos a auténticos escándalos como el último Francia-Irlanda, donde la mano de Henry dio el pasaporte a los galos. Quizás la tanda de penaltis se lo hubiera dado igual pero la realidad es que los irlandeses van a tener que ver el Mundial de Sudáfrica en casa. Lo que debiera ser el pistoletazo para poner, de una vez por todas, los métodos técnicos para evitar injusticias grotescas como éstas que, a lo sumo, se resolverían con una mini sanción a Henry pero que está muy lejos de indemnizar el tremendo daño ocasionado. Por cierto, bien haría Blatter en irse a su casa si tan poca confianza tiene en la fuerza del fútbol si es más justo o, al menos, mucho más cercano a la justicia...como en nuestro caso, cuando un linier y un colegiado egipcios cerraron por partida doble el camino de España en el Mundial de 2002 cuando el fallo era evidente con la simple visión de las imágenes.
Ahora están persiguiendo una absurda trama de partidos "amañados". Desconozco el resto de partidos en Europa pero si el investigado en España es un U.D. Las Palmas-Rayo Vallecano que se veía el 0-0 siete días antes de jugarse, ya dudo del resto. Se sabe que estudiar si un partido es amañado es difícil pero mucho más si los que investigan no tienen ni idea de fútbol, tanto como la casa de apuestas que algo de dinerillo permitía con ese resultado que era cantado. Se investiga también a futbolistas, algunos de ellos de tercera división o 2ªB y te dices: ¿Qué han hecho para esa persecución?. Por cierto, después de la historia del chaval tinerfeño, padrastro acosado por los medios que lo acusaron de maltrato a la niña fallecida, veo que no han aprendido nada y siguen apuntando sin pensar en las consecuencias. Salvo que un futbolista apueste por una derrota de su equipo, el resto de historias las veo sin necesidad ni siquiera de investigarlo. Meter a un pobre jugador de la Gramenet o del Amposta en una relación por apostar-imposible contra sus equipos- porque ellos, sea mucho o poco, apostaron me parece una soberana inutilidad que recuerda al fracaso de la Operación Puerto:acusar por acusar. Ni por asomo, se pueden comparar, por ejemplo con Grobelaar que, en un caso más complejo y más serio de un sindicato de apuestas malayo, acabó siendo absuelto. Tiene miga que la UEFA, que ha permitido el patrocinio de casas de apuestas, ahora se acuerde que hay partidos amañados...como si antes no ocurriera.
No se puede negar a un futbolista ejercer, como persona, apostar como cualquier hijo de vecino: quinielas, apuestas. En su caso, saben que para evitar suspicacias, lo mejor es no apostar sobre lo que va a hacer su equipo o, en todo caso, a "favor" en la quiniela- que mejor modo que una prima a terceros acertar un resultado de 2-0 en ua casa de apuestas porque has marcado ese segundo gol-, pero, mejor, no hacerlo. Sobre el resto de equipos, su relación directa es absolutamente similar a la de cualquier ciudadano y apostar no va a afectar tanto quieren hacer ver. Si quieren ver amaños de partidos en simples apuestas van en dirección contraria.
ApuntePartidos hay de sobra, amañados o dignos de puro castigo, cualquiera menos un simple apaño(que no amaño) entre dos equipos que salen ganando si empatan y perjudicados los dos en caso de perder. De amaño podríamos hablar de aquel Betis -Sporting(96/97) o Sevilla-Real Oviedo(99/2000) en los que se sabía de antemano que el conjunto sevillano iba a perder por perjudicar al rival ciudadano. Pero para investigar habrá que saber de fútbol y saber si es normal o no lo ocurrido y no basarse en absurdos como puntas de cantidades invertidas en una determinada casa de apuestas.