El ascenso del Alicante CF dio un nuevo aspecto a esta historia. La afición respondió al nuevo desafío cuando se había acabado mal en la temporada anterior y muchos se temían una desbandada. Entre el asunto del uso del estadio, la lotería de la primera jornada de liga como "visitante" en el Rico Pérez y la buena pretemporada no sólo se perdió abonados sino que se ganó más todavía.El equipo deportivamente siguió una estela parecida a la del primer año mientras el tema institucional parecía ya calmado y el económico en la misma línea. Fue un año casi de remar todos en la misma dirección. El único problema y que se vislumbró en temporadas anteriores es que hubo nuevo cese de un entrenador y, en este caso, la polémica con el tema ver a Felipe Miñambres entrenando en la sombra y con el carnet de Ernesto Llobregat en los partidos. Se vuelve a jugar la promoción y se vuelve a fallar en el aspecto social al ser pocos los que pasan por taquilla ante los precios y el juego mostrado pero que no habría valido en otro sentido: el Terrassa arrolló a quién se le cruzara.
En la temporada 2002/03 el patrón fue el mismo que en temporadas pasadas pero el resultado global fue tétrico siendo, tras aquella 2000/01 como una temporada mala en la que Felipe Miñambres comenzaba sin apenas crédito para la afición y, el que tuvo, lo fue perdiendo por momentos salvo ultimatums que salvaba. A pesar de ser una penosa temporada global, se quedaron ciertos apuntes positivos como algunas gestas logradas, destacando aquel 1-2 en Castalia y que rompía la maravillosa racha de 30 partidos imbatidos del CD Castellón, el 1-3 al Alicante, el 0-5 en el Mini Estadi o el 0-4 en Paterna ante el Valencia B. Fue un momento crucial desde el punto de vista deportivo y social: apuesta por un grupo de ex futbolistas herculanos para la secretaría técnica y la aparición de "Herculanismo", que aportó ideas nuevas al club como el homenaje al Chepa o ese día en la exposición del cine en la Lonja, entre otras.
Sin embargo, un simple ascenso del filial a Tercera torció todo de forma trágica: el grupo de ex futbolistas se fue mosqueado por el asunto de "dejar despeñarse al recién ascendido". La repuesta de Ortiz fue la contratación de Javier Subirats. La austeridad dio paso a una relación de fichajes impresionantes para ser un equipo de 2ªB pero el resultado no fue bueno. Socialmente, todo el apoyo social se fue por el sumidero en la temporada siguiente cuando se perdió casi 2000 abonados por la continuidad de un mister. Aquellos tres encuentros finales con apenas 1000 personas fue muy doloroso. Por una vez, no hay cese de entrenador tras cuatro temporadas donde desfilan siete entrenadores con un período que oscila entre el medio año y el año intercalado(acaban una temporada y son cesados en la siguiente).
Enrique Ortiz da un paso más allá y releva a Enrique Carratalá de la presidencia pero apenas dura un par de meses, cediendo la presidencia a Valentín Botella y él recluirse como máximo accionista. Granero cae en la jornada 12, aguantando temporada y un tercio(50 partidos). Es el año de la muerte de Humberto Núñez y lograr que el FC Barcelona aparezca por el trigésimo aniversario del Rico Pérez. Esa temporada se va de menos a más hasta lograr el ascenso en Alcalá de Henares, gracias a la labor de Mandiá. Todo ello trufado con la conclusión del segundo proceso de suspensión de pagos, más tenue que en 2000.
Tras poco más de cinco años y medio, Ortiz ya saboreaba la segunda división.